Tegucigalpa, Honduras.- Nidia Webster, quien hoy en día se dedica a brindar ayuda a niños y personas de todas las edades de Roatán y zonas aledañas, contó que organizar una fiesta con 35 menores un 10 de septiembre de 1998 en una pequeña comunidad de Islas de la Bahía, fue el inicio de la fundación «Roatán Because We Care».
Webster de 49 años de edad y quien se describe como una persona alegre, dulce, amarga y fundadora de este maravilloso proyecto, relató a Diario TIEMPO como su don de ayudar al prójimo dio inicio a una fundación que hoy en día es un sustento para cientos de habitantes de Islas de la Bahía y zonas aledañas.
«Cuando tuve mis hijos yo hacía actividades recreativas para que no se aburrieran. En la comunidad notaba que muchos niños eran excluidos de ciertas actividades, entonces un día tomé la decisión de hacer una fiesta que incluiría a todos», comenzó diciendo Nidia.
Esa idea la llevó a salir a la calle con un cuaderno y un lápiz, a buscar 35 niños y así escribir la primera lista de pequeños que serían invitados a una fiesta para el Día del Niño. Esto lo hizo sin imaginar que de esta acción se originarían más actividades, llegando así a cumplir 24 años ayudando a menores y adultos por medio de «Roatán Because We Care».
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Un poco de todo
Nidia explicó que la fundación se dedica a hacer «un poco de todo». Es decir, ayuda en la educación, reparación de viviendas, de escuelas y emergencias de salud.
«Mucha gente cuando tiene su emergencia y no hayan otra salida, pues se abocan a mí, soy como una referencia de muchas familias», expresó.
La hondureña detalló que durante la pandemia del COVID-19, «Roatán Because We Care» era el único grupo que contaba con un banco de comida en Roatán. Dijo que llegó a entregar 83 mil bolsas de comida durante el confinamiento.
Entre otro tipo de ayudas que suele realizar, mencionó la entrega de útiles escolares y mochilas cada inicio del año escolar. En el 2019 ayudó a 3,500 niños a entrar al sistema educativo. A cada uno le hizo la compra de su uniforme escolar.
Más actividades
Asimismo, detalló que debido a la falta de apoyo del gobierno, en marzo trata de entregar material educativo a docentes de la isla. Del mismo modo, durante el mes de mayo realizan actividades para las madres y en julio suelen realizar un convivio de más de 400 personas de 60 años en adelante.
Además, cada diciembre suele regalar canastas y juguetes navideños a niños y personas de la paradisíaca isla.
Nidia planea realizar «un día recreativo con indigentes», ya que suelen ser personas maltratadas por los mismos seres humanos.
«Debemos mostrar más empatía y cariño a las personas, porque todos ellos eran formales y algo que pasó los hizo llegar a la situación en donde están», expresó.
«Es una actividad que se me vino en la cabeza y la ando ahí y hasta no hacerla no voy a tener paz. Ya consulté con un grupo de Carolina del Norte y ellos están 100 % dispuestos a apoyarlo», agregó.
Patrocinadores
¿Cómo vienen las ayudas? Webster comentó que la mayoría de apoyo llega del extranjero, sobre todo por la organización «Ministerio vivir otra vez» de Carolina del Norte, Estados Unidos, quienes trabajan al lado de Nidia desde el año 2009.
De igual forma, cuenta con el apoyo de un negocio que la respalda desde su primer evento en 1998. «Desde hace 24 años tengo el primer patrocinador que todavía me respalda», dijo.
Del mismo modo, cuenta con la ayuda de la compañía sampedrana «Casa Hogar», por medio de la cual una compañía extranjera cada año le aporta zapatos escolares que son entregados a niños y niñas de la zona.
«Enviamos a Cayos Cochinos, a La Mosquitia, pero la mayor concentración sucede en Roatán. A La Mosquitia hemos enviado ayudas como por cuatro años», detalló.
Ella explicó que si una persona solicita ayuda para su vivienda, salud, comida u otras emergencias, hace cálculo de cuánto necesita y las organizaciones le hacen llegar los fondos para poder beneficiar a la familia o escuela que pide el apoyo.
Alcanzar la estrella
Nidia también contó a Diario TIEMPO ser una amante de la jardinería, por lo que cuando no está ayudando a alguien, en sus tiempos libres se dedica a cuidar su jardín.
Asimismo, le gusta pasar tiempo con sus «guardaespaldas», Coco, Bailey y Bounty; sus tres perritos chihuahuas.
Finalmente, la isleña dio a conocer que pese a todo lo que ha logrado, le falta concluir su mayor sueño y así finalmente sentir que ha «alcanzado la estrella».
«Uno de mis mayores deseos y anhelos es lograr la construcción de una guardería para personas de la tercera edad. Una guardería donde podamos hacer actividades recreativas, porque los abuelitos llegan a un punto de la vida donde ya no tienen que hacer o sus hijos no tienen tiempo para ellos», concluyó.
