CHOLOMA, CORTÉS. Mientras las autoridades realizaban patrullaje de rutina, fueron encontradas dos mujeres muertas y una herida en las últimas horas dentro de un basurero en la colonia La Fortaleza.
Se dio a conocer que una de las féminas vestía un short, camisa de tirantes azul, sandalias de color beige. Mientras que la otra short de color azul, tenis de color blanco y un vestido.
Según información preliminar, a las mujeres las sacaron de un negocio de bebidas alcohólicas. Seguidamente, las llevaron a una zona solitaria para ejecutarlas.
Tras encontrarlas, la Policía Nacional procedió a acordonar la horrible escena. Mientras tanto, efectivos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) indagan en quiénes participaron en el hecho. Así como en su ubicación y el motivo del triple crimen.
Medicina Forense del Ministerio Público (MP) hizo el levantamiento de los dos cadáveres para su respectivo reconocimiento y traslado a la morgue sampedrana. También dijeron que ambas fueron ultimadas con armas de fuego. Ya que en el lugar habían habían varios casquillos.
Se informó que la mujer herida fue llevada al Hospital Mario Catarino Rivas. Lo anterior, para ser atendida de emergencia y lograr salvarle la vida, pero horas después falleció.
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Incontrolable ola de femicidios en Honduras
Los crímenes contra las féminas agregan cada día episodios más crueles. Pues casi a diario se tejen historias de horror en las que las mujeres pagan con sus vidas la cultura machista de una sociedad descarnada.
Aunque la retórica oficialista alude una baja considerable en la tasa de homicidios en los últimos años, lo cierto es que la muerte violenta de mujeres muestra sus estadísticas hacia la alza. Adultas, jóvenes e incluso niñas no se escapan de la espiral de violencia que atenta contra sus vidas. Esto, en un país donde forman parte del mayor segmento de la población.
Desde la profesional hasta la iletrada engrosan “la clientela” de los agresores. Se ha dicho que en la mayoría de los casos los victimarios son compañeros de hogar o exparejas.
Muchas de las mujeres que pierden la vida en este entamizado de violencia manifiestan el denominador común que callan, las agresiones. Lo anterior, aunque otras denuncian los hechos y las autoridades no suelen ser respuesta.
Esta epidemia de muertes parece no encontrar una solución. En tanto, organizaciones que velan por los derechos de las mujeres lamentan que el 95 por ciento de los crímenes queden en la impunidad.
Pese a que el nuevo Código Penal contiene nuevas figuras delictivas, en el caso de la muerte de mujeres, diversos sectores de la sociedad dicen sentirse inconformes. Además, alegan que el flagelo no se debe a la carencia de leyes y sí a la falta de investigación de los entes encargados.
