Patricia Murillo Gutiérrez
Conocí a Marta Tome – Kalterherberger en Múnich, allá por Diciembre de 1992. Participaba junto a otros centroamericanos en un Simposio sobre Centro América y junto a la socióloga Ana María Sosa de Tegucigalpa, representábamos a Honduras.
La compatriota y a la sazón presidenta de la asociación centroamericana en Múnich, Leda Hernández, canalizo la invitación que buscaba la verdad sobre la década de los Ochentas, en el Istmo centroamericano.
Hoy me vuelvo a encontrar este fin de 2015 a Marta Tome ahora a través de un documentado relato, que refleja su pasión por su Patria y allá en El Sur de Alemania es una indignada mas porque como ella muy bien lo explica en su crónica, “a pesar del tiempo y la distancia, no puedo dejar de estar pendiente de lo que sucede en nuestro hermoso aunque maltratado país”.
Ella escribió una crónica interpretando lo que fue a su juicio el periplo de Juan Orlando Hernández por Alemania y vale la pena conocer algunos de sus retazos.
Admite que las redes sociales y las tecnologías han hecho que hoy más que nunca su Patria se una vez más, una realidad en su vida, por ello siguió el viaje de Joh por tierra teutona. Desnuda a los periódicos hondureños diciendo que siguen un libreto oficial y por eso ella publica la otra cara de la moneda para que los hondureños conozcan mejor este tema.
Agregó a que el 24 de octubre que aterrizó en su avión particular Joh, presidente del país más pobre de América Latina. Marta se esmeró en seguir los medios alemanes a ver que comentaban, pero dice fue en balde. En ninguno se le mencionó asegura, era como que no hubiera estado en Alemania, donde hay verdaderamente temas urgentes que merecen la atención de los Medios y público alemán.
Y señala rotunda “muy al contrario de los medios hondureños que decían Joh visitaba Alemania por invitación del gobierno alemán y se reuniría con Ángela Merkel y sonríe porque el papel aguanta con todo por esa exageraciones, pues es cierto que por el protocolo alemán siempre que llega al país un presidente de un país amigo es recibido por la Canciller Merkel, hay una parada, militar y una conferencia de prensa.
Y Ángela cumplió las reglas y el martes 27 recibió por tan corto tiempo a Juan Orlando que a nadie se le podía ocurrir que a ella lo había invitado pues le dio cita al mediodía pero no lo invito a almorzar y en los 20 minutos de la conferencia de prensa dio unos minutos para las fotos y luego partió para Paris donde tenía una importante reunión con el presidente Hollande, es decir en buen hondureño, estuvo “a la carrerita con Joh”.
Tome observo que Joh llego acompañado de un grupo de periodistas y cuando dos preguntaron su juicio no hicieron gran aportación. Eso sí, fue notoria la bienvenida con todo y alto parlantes que los hondureños indignados le dieron a Juan Orlando frente a los lujosos hoteles donde se hospedó en Berlín y Hamburgo, reclamando la CICIH y contra la corrupción de su gobierno
Finalmente esta compatriota se lamenta que este viaje haya costado un ojo de la cara al pueblo hondureño, pues para empezar es caro aterrizar en un aeropuerto internacional alemán y no digamos dejar aparcado un avión, par de días.
Para más datos buscar este relato de Marta en las redes. Mientras tanto juzgue usted lector, lectora del sobreviviente diario TIEMPO, la indecencia y desprecio al dolor del pueblo, que hace gala el poder en nuestra Patria.
