LA CEIBA, HONDURAS. El pasado 20 de agosto las autoridades del Hospital General de Atlántida confirmaron la muerte de una niña de 10 años a causa del COVID-19 y hoy, martes, su madre brindó declaraciones.
Según explicó un médico del centro hospitalario, la menor sufría parálisis cerebral infantil, por tanto, no la pudieron intubar para aplicarle ventilación mecánica. Mientras que, señalaron que la pequeña estaba siendo atendida en una vivienda en El Porvenir.
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La progenitora de la niña relató con lágrimas en su rostro que le duele todo lo que hablan tras la muerte de su hija e incluso la discriminación que está sufriendo luego de que mencionaran que todos en la familia tenían el virus.
«Ni una inyección le han ido a poner a mi mamá porque toda la gente tiene miedo que les voy a pasar el COVID«, contó. Además, señaló que no solo la estaban incluyendo a ella sino a toda la familia.
La hondureña agregó que los vecinos han comenzado a criticar por «toda la información que tiró el doctor».
La atendieron varias días en casa
Por otro lado, confirmó que en efecto la menor estaba siendo atendida en su casa y el médico que la revisaba le dijo que si la niña se ponía mal, la llevara inmediatamente al Hospital de Atlántida, lo cual hizo.
Ella explicó que cuando la tenía en la vivienda, su hija estaba con medicamentos y la estaba nebulizando y eso es algo que también le está afectando, puesto que dicen que «ella se descuidó», cuando buscó salvarle la vida a la menor.
Con el llanto invadiéndola, la madre expresó que solo ella sabía cómo aún anda de pie. «Solo yo sé que tengo que sacar fuerzas para que mi otra hija esté bien. No me ha gustado lo que me han humillado», contó.
«Mi niña era mi princesa», añadió la mujer y señaló que no tenían derecho a decir que ella era irresponsable cuando buscó todo para intentar salvar a su pequeña.
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