CORTÉS, HONDURAS. La huella que dejó don José Francisco Saybe es imborrable. Cualquier persona que llegó a conocerlo terminaba con un concepto sumamente agradable del sampedrano.
Él siempre estaba dispuesto a ayudar, y cuando de arte o cultura se trataba, nunca daba la espalda. El querido don «Chico» era conocido como el exponente más grande del teatro.
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José Francisco Saybe falleció a los 85 años por causas naturales en su casa de habitación este martes a eso de las 5:00 de la mañana, revelaron sus parientes.
El hondureño había estado interno por varios meses en una clínica privada de la ciudad y también lo movilizaron en agosto del 2021 hacia Florida, Estados Unidos. Ahí estuvo siguiendo un tratamiento y regresó a Honduras recién empezando el 2022.
El señor José Francisco Saybe fue uno de los hombres más respetados y admirados de la capital industrial del país. Era catedrático, director del Círculo Teatral Sampedrano (CTS) y fundador Cultural de San Pedro Sula.
Por otro lado, don «Chico» enalteció el nombre de Honduras y posicionó el teatro como un arte destacado en el país. Él nació en la ciudad de La Ceiba, el 30 de mayo de 1936.
Teatrista, ingeniero y hasta autor de libros
El primer amor de su vida: el teatro. Lo encontró por primera vez a los nueve años de edad, al conocer el Teatro Nacional Manuel Bonilla en Tegucigalpa. Pero fue San Pedro Sula que se convirtió en su segundo hogar y fue donde el hondureño vivió sus mejores momentos con el arte.
Su esposa, Rosa Emilia Larach, siempre estuvo con él, brindándole su apoyo, y tuvieron tres hijos y cinco nietos.
A don José Francisco Saybe lo reconocían por el teatro, pero no sólo eso era destacable en él, pues en 1957 se tituló como ingeniero civil de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Fue presidente y director de Saybe y Asociados, una de las principales empresas de Ingeniería Civil en Honduras, desde hace más de 40 años.
Su ingenio y creatividad le valieron para ser considerado un forjador del teatro hondureño. De igual forma recibió diferentes galardones por su trayectoria, entre ellos: Cristo del Picacho (1999), Laurel de Oro (2000) y Brassavola de Oro (2003).
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