Honduras.- Que se aplique todo el peso de la ley contra un hombre que abusó sexualmente de una perrita exigen pobladores del barrio Copen, Puerto Cortés, en el departamento de Cortés, al norte de Honduras.
El acto de bestialismo que evidencia al ahora procesado quedó filmado en video que se difundió este 19 de enero en las redes sociales.
La denuncia del dantesco hecho la realizó el refugio de animales «Colitas Callejeras Puerto Cortés, Honduras», noticia que generó malestar entre los internautas.
Usuarios de internet de todo el país reaccionaron furiosos ante lo ocurrido y exigieron a las autoridades competentes que se haga justicia. Es un «depravado, deberían meterlo preso y que no salga», se leía en una red social. «Pobrecita la perrita», dijo alguien más.
En el clip que se grabó desde un teléfono celular por otra persona se observa cuando el sujeto que viste una camisa de color rojo y pantalón azul, agrede al canino que está inmóvil en el piso.
«Nos dicen que la perrita tenía dueña. Al parecer, el hombre la violaba cada vez que la dueña no estaba y pues la perra quedó hospitalizada. Está en malas condiciones ya que ni la propietaria la cuidaba, no le caben más garrapatas en su cuerpo”, escribió el refugio de animales.
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¿Qué es el bestialismo?
El abuso sexual de animales, en ocasiones denominado bestialismo, consiste en el asalto
sexual de animales por parte de humanos con la finalidad de obtener o producir gratificación sexual, pudiendo incluir la masturbación, penetración, caricias eróticas, contactos oral genitales, penetración con objetos, mutilación sexual, tortura física o psicológica erotizada, maltrato ejercido en la producción de material pornográfico o fetichista (incluyendo las hard crush movies, en las que los animales suelen ser eviscerados) e, incluso, el asalto sexual a animales por personas que han sido forzadas a perpetrar estos actos.
El abuso sexual de animales puede implicar un gran número de especies, tanto domésticas como salvajes. Según un análisis reciente de la literatura empírica (Beetz, 2008), en la actualidad, las víctimas más frecuentes son los perros y los caballos, existiendo también varios estudios que documentan el uso de conejos y aves de corral, especialmente en casos de abuso sexual sádico (zoosadismo).
Contrariamente a la idea popular que concibe a los perpetradores de estos actos como personas con poco acceso a oportunidades para relacionarse sexualmente con humanos, los individuos que incurren en el bestialismo también suelen mantener relaciones sexuales con humanos (Williams & Weinberg, 2003; Miletski, 2002; Beetz, 2002).
Penas al maltrato animal
Según el Código Penal hondureño, quien maltrata injustificadamente a un animal doméstico causándole la muerte, debe castigarse con la pena de prisión de dos (2) a cuatro (4) años. Si le provocara lesiones que menoscaben gravemente su salud, la pena debe ser de seis (6) meses a dos (2) años.
Además, una pena de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio, comercio o industria que tenga relación con los animales de uno (1) a tres (3) años de duración.
Las penas previstas en el párrafo anterior pueden incrementarse hasta en dos tercios (2/3) cuando los hechos revisten una especial crueldad. Si embargo, se atenderán a las circunstancias del maltrato y al sufrimiento causado al animal.