Luego de 16 días la jornada Río 2016 llega a su final con una ceremonia de clausura de la que no se conocen grandes detalles, pero que según sus organizadores será una celebración al estilo de de los carnavales más famosos del mundo.
“Será una fiesta para lavar el alma de todo el mundo. Para el que trabajó, ganó medallas, el voluntario que se quedó en una esquina orientando a las personas sobre cómo llegar a la estación de tren, hasta (Usain) Bolt o (Michael) Phelps”, dijo a un medio local el director de ceremonias del comité organizador de Río 2016, Leonardo Caetano.
Si bien las ceremonias de clausuras de los juegos olímpicos son un espectáculo diferente, según la visión de cada organizador los eventos cumplen todas con las mismas pautas protocolares.
Una vez concluidos los eventos deportivos, la ceremonia inicia con la entrada de los abanderados de cada país participante al estadio, seguidos por los atletas quienes entran juntos sin ningún tipo de distinción nacional.
El siguiente punto de la ceremonia es el izado de las banderas. Ondearán tres pabellones mientras se tocan los himnos de cada nación: país anfitrión, Brasil en este caso; Grecia y país sede de los siguientes juegos olímpicos, Japón para el 2020.
Los discursos estarán a cargo del presidente del Comité Organizador y del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), quien tradicionalmente declara los juegos olímpicos clausurados además de un llamado a la «juventud del mundo a reunirse» cuatro años después en la siguiente sede. Al oficializarse la clausura de los Juegos Olímpicos se apaga la llama del Pebetero.
El siguiente acto se conoce como la Ceremonia de Amberes, en ella el alcalde de la ciudad organizadora transfiere una bandera especial al presidente del COI, quien luego se la entrega al alcalde de la ciudad anfitriona de la siguiente edición de los juegos. En este punto la nueva sede ofrece una representación artística de su cultura.
El cierre de Río 2016 será una fiesta callejera al estilo Carnaval. Un imponente Maracaná recibirá a la comparsa Cordão da Bola Preta, que llena cada febrero el centro de la ciudad con más de un millón de juerguistas.
En el acto, que tiene previsto su inicio a las 5 de la tarde, se rendirá homenaje a la samba como una de las exportaciones culturales más perdurables de Brasil con la participación de Roberta Sá, estrella del género.
