Choloma, Honduras.- La aldea de Lupo Viejo, ubicada en el sector Bajos de Choloma, continúa bajo el agua por las inundaciones y los pobladores claman ayuda, ya que están viviendo a la deriva, en las orillas de los bordos.
Con carpas improvisadas hechas de bolsas y láminas, muchos niños, jóvenes y adultos esperan ayudas para poder subsistir.
Diario TIEMPO contactó con Luis Rivera, líder de esta aldea, quien comentó que, pese a que el nivel del río no ha seguido aumentando, la aldea continúa inundada y las familias no pueden limpiar sus hogares.
«La situación sigue crítica, no se puede ingresar a las casas a limpiarles. Hay varios niños, menores de 5 años, que toman leche en polvo y no hay cómo darles», explicó Rivera.
Rivera también señaló que actualmente hay 140 familias sufriendo esta situación, y entre ellas hay 26 mujeres que están amamantando. También hay adultos y personas de la tercera edad.
La ayuda que que les llega es poca. Ayer, por ejemplo, recibieron atención médica, sin embargo, necesitan alimentos para poder sobrevivir mientras el nivel del agua no baje.
Lupo Viejo quedó extremadamente vulnerable desde el paso de Eta e Iota y ahora se evidencian las consecuencias de esa vulnerabilidad, pues más de 100 familias han quedado literalmente en la calle.
Vea el video:
Actualmente, para poder acceder a la zona afectada solo es posible en lanchas, ya que las calles han quedado completamente cubiertas de agua y es imposible transitar.
Rivera asegura que los bordos colapsaron, al igual que el drenaje. «En la aldea Lupo Viejo son 145 familias las que hay; 35 lograron irse para donde sus parientes, pero dejaron sus cosas tiradas», dijo.
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Inundaciones en El Negrito, Yoro
La situación que viven los pobladores de varias aldeas del municipio de El Negrito en el departamento de Yoro, es critica, pues han quedado prácticamente en la calle debido a que las inundaciones cubrieron sus casas.
De hecho, para acceder a algunos sectores solo es posible en lanchas, ya que el agua llega a la altura de las ventanas o incluso más arriba.
Asimismo, en las calles anegadas varios automóviles han quedado varados; la escena es desoladora.
Algunos pobladores tuvieron que refugiarse en las partes más altas, sin embargo, al notar que el nivel del agua no dejaba de aumentar, se vieron obligados a evacuar.
Una de las zonas más afectadas es la aldea Estero de Indio, donde unas 300 familias quedaron prácticamente en la calle.
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