TEGUCIGALPA. La lectura de la pena concreta por la condena del delito de tráfico de influencias contra Teodoro Bonilla, será leída hoy a las 9:00 de la mañana, en la capital de Honduras.
Teodoro Bonilla, exconsejal del Consejo de la Judicatura, fue condenado el pasado 30 de junio por el delito antes expuesto.
Bonilla guarda prisión en el Segundo Batallón de Infantería, luego que se cancelara el arresto domiciliario.
Según la legislación hondureña, por tráfico de influencias son de seis a nueve años de privación de libertad.
Además, Bonilla debe pagar una multa de L. 200 o 300 mil por el delito que se le acusó al funcionario hondureño.
De igual forma, cumplirá con la inhabilitación de cinco a ocho años de todas las funciones públicas del país.
Teodoro Bonilla
En este caso, el Ministerio Público pide la pena máxima de nueve años de cárcel contra el exfuncionario por supuesto tráfico de influencias.
El sonado caso de Teodoro trata del supuesto beneficio a sus familiares con contrataciones irregulares.
Es decir, las investigaciones relacionadas a las contrataciones son de los años 2013 y 2016 a familiares de Teodoro Bonilla.
Se tarta de nombramientos a favor de primos, tíos, hermanos y el padre del exconcejal. Según se tuvo conocimiento los nombramientos se prudujeron sin seguir los procedimientos internos ya establecidos para el reclutamiento.
Y también se dio en el caso de selección y contratación del personal judicial y auxiliar a lo interno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
MACCIH expectante
Por su parte, la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH) indicó estar expectante ante la pena.
En este sentido, Juan Jiménez Mayor, vocero de la MACCIH publicó en sus redes sociales lo siguiente: »
Antecedentes
Tiempo atrás, durante el desarrollo del juicio, trascendieron unas llamadas telefónicas que hizo Teodoro Bonilla, entre ellas unas cuantas amorosas.
Según l oescuchado, mediante una buena “labia” enamoraba supuestamente a varias mujeres para que le hicieran favores. También se constató que las invitaba a cenar y a diversos hoteles.
De tal manera, durante el desarrollo del juicio, se presentaron fragmentos de las “llamadas candentes” que realizó el exfuncionario
Dentro de estas pláticas un poco indecorosas desfilan la jueza Delmy López y a Liz María Núñez.
