ESTADOS UNIDOS.- Otra noche histórica en la mejor liga de baloncesto del mundo, con el quinto partido de las finales entre los Ángeles Lakers y los Miami Heat.
Un choque de altas revoluciones y máxima intensidad en los dos costados de la cancha, pues cada punto, representaba un paso más hacia la victoria y los de la Florida no tenían margen de error.
Un alley-oop de Bam Adebayo daba inicio a las acciones de un trepidante partido, que desde el primer momento tuvo un ritmo frenético; por la buena fluidez en la circulación de balón que mostraron ambas franquicias y la disposición de encontrar el mínimo acceso hacia la canasta.
Una tarea que se complicaba por el dinamismo y la versatilidad en la rotación de ambas defensas.
La salida de Davis fue determinante y a favor de los Heat
Los dirigidos de Erik Spoelstra acabarían ganando por la mínima, un primer cuarto marcado por la lesión de Anthony Davis, que recayó de su tobillo derecho, con el que ha estado lidiando desde la serie contra Denver.
Las molestias de Davis desajustaron el plan de juego dispuesto por Frank Vogel, que no encontró fórmula alguna para frenar las penetraciones de un imparable Jimmy Butler.
El escolta fue clave para un diferencial de 11 puntos que lograron los Heat, haciendo que lebrón tuviese que emplearse a fondo con una exhibición desde el perímetro, para mantener a su equipo en competencia (60-56), al término de la primera mitad.
La tónica de juego siguió en el tercer cuarto, gracias al coraje y la determinación mostrada por Miami.
Los de la Florida se encontraban en una situación más que favorable, aprovechando que los Lakers hacían lo que podían en defensa, con un Davis que jugaba a medias, pero que no dejó de darlo todo hasta el último tramo del partido, jugando 42 minutos y aportando 28 puntos más 12 rebotes para forzar un cierre dramático.
El triple que pudo cambiarlo todo
La importancia del tiro exterior en la NBA, continúa ganando enteros. La mayor prueba de ello, es el 42 porciento de acierto que promediaron los Heat, impulsados por un Duncan Robinson pletórico.
El alero, caracterizado por sus impresionantes porcentajes desde la larga distancia, ya es poseedor de un récord en su primera temporada como jugador de la liga, pese a tener 26 años.
Robinson, se convirtió en el jugador no drafteado, con más triples encestados en un partido de las finales. Anotó 7 a lo largo del encuentro y completó una gran labor con 26 puntos, como el segundo jugador con mejores cifras de su equipo.
Pero sería un fallo desde el perímetro, lo que definiría la derrota para los Lakers en la última posesión del partido.
Con 6 triples en otra noche inspirada de 40 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias, LeBron James se convirtió en la principal referencia de marca para la defensa de los Heat, que intentaba por todos los medios reducir el acceso a la pintura.
La diferencia era apenas de un punto a falta de 16 segundos para el final, lo que representaba un doble de distancia entre el anillo y la eliminación para ambas franquicias.
La fijación por LeBron, Davis y el afán de cerrar los espacios cerca del canasto, permitió a los Lakers encontrar solo y sin marca a Danny Green, quien desperdició un triple totalmente abierto qué hubiese significado el triunfo para su equipo.
El MVP de la noche y de los Heat
Aunque el triple de Green pudo cambiar el desenlace, resulta indiscutible afirmar que Jimmy Butler fue el Héroe y figura en la victoria 111-108 de Miami.
Con un despliegue físico impresionante, descansando 48 segundos durante todo el partido, sus estadísticas de 35 puntos, 12 rebotes, 11 asistencias y 5 robos de balón, lo unen a una Selecta lista de leyendas integrada por Wilt Chamberlain, Larry Bird o Magic Johnson, entre otros. Todos autores de dos o más triples-dobles en una misma edición las finales.
RESUMEN JUEGO 5
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