ESTADOS UNIDOS. Seis meses después de la crisis del Covid-19, hay un consenso creciente sobre una pregunta central: ¿Cómo se infectan las personas?
Los científicos dicen que no es común contraer Covid-19 de una superficie contaminada. Y es poco probable que los encuentros fugaces con personas al aire libre propaguen el virus.
En cambio, el principal culpable es el primer plano, las interacciones de persona a persona durante períodos prolongados. Los eventos llenos de gente, las áreas mal ventiladas y los lugares donde las personas hablan en voz alta, o cantan, en un caso famoso, maximizan el riesgo.
Estos hallazgos emergentes están ayudando a las empresas y los gobiernos a idear estrategias de reapertura para proteger la salud pública y hacer que las economías vuelvan a funcionar.
Eso incluye tácticas como instalar barreras de plexiglás, exigir que las personas usen máscaras en tiendas y otros lugares, usar buenos sistemas de ventilación y mantener las ventanas abiertas cuando sea posible.
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«No deberíamos pensar en un cierre»
Dos grandes estudios recientes mostraron que los bloqueos a gran escala (órdenes de quedarse en casa, prohibiciones en grandes reuniones y cierres de negocios) previenen millones de infecciones y muertes en todo el mundo.
No obstante, ahora, con más conocimiento disponible, las ciudades y los estados pueden implementar intervenciones específicas para evitar que el virus vuelva a salir, dijeron científicos y expertos en salud pública.
Eso significa mejores protecciones para los residentes de hogares de ancianos y familias multigeneracionales que viven en condiciones de hacinamiento, dijeron. También significa enfatizar el distanciamiento físico y las máscaras, y reducir el número de reuniones en espacios cerrados.
«No deberíamos pensar en un cierre. Al contrario, mejor hablar de formas de aumentar la distancia física», dijo Tom Frieden, director ejecutivo de Resolve to Save Lives, una iniciativa de salud pública sin fines de lucro.
«Esto puede incluir permitir actividades externas, caminar o andar en bicicleta a una oficina con personas físicamente distantes, recoger en la acera de las tiendas y otros métodos innovadores que pueden facilitar la reanudación de la actividad económica sin reavivar el brote», agregó.
Las recomendaciones de reapertura del grupo incluyen pruebas generalizadas, rastreo de contactos y aislamiento de personas infectadas o expuestas.
Este es el peligro de la aglomeración
Uno de los importantes factores de contagio es que algunas actividades aparentemente inofensivas, como hablar o respirar. Estas generan partículas respiratorias de diversos tamaños que son dispersadas por las corrientes de aire y potencialmente pueden infectar a las personas circundantes.
Algunos investigadores dicen que el nuevo coronavirus también se transmite a través de microgotas minúsculas llamadas «aerosoles», que quedan flotando en el aire más tiempo que las gotas respiratorias más grandes. Esos aerosoles directamente serían inhalados por la persona sana.
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Un ejemplo
Y eso es lo que puede haber ocurrido en el restaurante de Guangzhou, China. Allí, un comensal infectado que todavía no tenía síntomas contagio a cinco personas de mesas adyacentes.
La ventilación del salón era pobre y los extractores de aire estaban apagados, según un reciente análisis científico sobre las condiciones del local.
En ese entorno de encierro, es posible que el virus aerosolizado por la respiración y la conversación del comensal infectado se haya ido juntando en el ambiente. Y además, se presume que el aire acondicionado haya hecho re-circular esas partículas en el interior del salón.
Correcta ventilación
Uno de sus autores, el profesor de ingeniería de la Universidad de Hong Kong, Yuguo-Li, dice que es fundamental la buena ventilación de los lugares donde la gente concurre o trabaja. La ventilación forzada del aire, primero hacia el cielorraso y luego su expulsión para hacer ingresar aire fresco del exterior ayuda a diluir la carga viral ambiente y disminuye el riesgo de contagio.
Otro factor crucial es la exposición prolongada al virus. En términos generales, se define como 15 minutos o más de contacto sin protección con alguien y a menos de 1,8 metros de distancia, según John Brooks, máximo funcionario médico a cargo de la respuesta al Covid-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Supercontagiadores y eventos de supercontagio
El 10 de marzo, durante el ensayo de un coro de iglesia en el estado de Washington, se contagiaron el 87% de los presentes, cuenta Lea Hammer, epidemióloga del departamento de salud pública del condado de Skagit y autora principal de un estudio que advierte sobre eventos con potencial «supercontagiador», donde una persona o un pequeño número de personas deja un tendal de infectados. D
Durante ese ensayo que duró dos horas y media, los integrantes del coro cambiaron de lugar cuatro veces. Estaban muy apretados en un espacio reducido y en su mayoría eran adultos mayores, y por lo tanto más vulnerables a la enfermedad, señala Hammer. Hechas esas salvedades, lo cierto es que 53 de los 61 asistentes se contagiaron y dos de ellos murieron.
Según Hammer, son varios los factores que conspiraron en esa situación. Al cantar, la gente exhala grandes cantidades de partículas respiratorias, grandes y chicas. Además, los cantantes respiran profundamente hasta llenar de aire el fondo de los pulmones, aumentando las posibilidades de inhalar partículas infecciosas.
Esa misma dinámica de contagio puede reproducirse en otros entornos donde es habitual respirar profundo y hablar en voz alta durante mucho tiempo. Ejemplo son: los gimnasios, las funciones teatrales o musicales, las conferencias, las bodas y las fiestas de cumpleaños.
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