Redacción. Gerald Josué Bent, mejor conocido en el mundo del freestyle como ‘Berzerker’, es uno de los exponentes más populares del rap hondureño, su habilidad para rimar lo ha llevado a representar la bandera cinco estrellas fuera de las fronteras patrias.
Nacido en la popular colonia Hato del Medio de Tegucigalpa, desde niño, Berzerker era un apasionado del fútbol, deporte al que soñaba dedicar toda su vida. Sin embargo, un desafortunado accidente de tránsito quebró su sueño de dedicarse completamente a ello.
Al mismo tiempo, por cosas del destino, ese accidente abrió el camino para que el pequeño Bent descubriera sus dotes para la música, logrando canalizar sus desenfrenadas energías con la escritura y las rimas.
Inspirado por un trovador al que vio en el Centro de Tegucigalpa, Bent comenzó a escribir en su libreta hasta lograr aprender a componer y a rapear, a tal punto que se ha hecho acreedor de varios campeonatos nacionales e internacionales.
Pese a su corta edad (27 años), Berzerker tiene un largo recorrido en el mundo de las batallas de rap, puesto que ha representado a Honduras en varios países de Latinoamérica, y se ha enfrentado líricamente a varios de los freestylers más famosos del mundo.
Además, brinda sus servicios como enfermero en el Seguro Social, profesión que le motiva cada día, ya que le gusta ayudar y sentir que hace algo importante por los demás.
Sonriente, amigable y muy respetuoso, «Berzerker» permitió a Diario tiempo conocer un poco de su vida y sus hazañas en la música.
Entrevista
¿A qué edad descubriste que tenías talento para el freestyle?
Mi primera experiencia con el freestyle fue a los 10 años, cuando vi a una persona hacerlo en vivo, pero fue hasta los 12 años cuando comencé a escribir mis canciones. Ordenaba mis ideas e intentaba comenzar a improvisar y rimar.
¿Siempre quisiste ser músico?
La verdad no, mi primer sueño era ser futbolista. A mí me encanta el fútbol. Si pudiera cambiarlo -tal vez-, no aseguro que lo cambiaría porque la música es algo que me llena, pero yo amo el fútbol.
¿Por qué no te dedicaste al Fútbol?
Lastimosamente, tuve un accidente y, como dicen por ahí, me “chingué” la rodilla, pero lo mío sí fue literalmente porque me atropellaron y se me abrió la rodilla.
A raíz de estar postrado por mi accidente, por mi hiperactividad, yo buscaba hacer algo. Al estar acostado fue perfecto, porque no necesitaba moverme para escribir e improvisar. Estuve un año en cama y gracias a eso comencé con el rap y el frestyle.
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¿Cómo fuiste entrando a las batallas?
Me acuerdo de que la primera vez que lo experimenté en persona fue en el colegio, cuando estaba en primer curso. Un amigo de mi colonia, no recuerdo bien lo que me dijo, pero me vaciló. En vez de molestarme quedé boquiabierto por la forma en como lo hizo (improvisando), para mí fue un “bum”.
Luego recuerdo que lo perseguía de arriba para abajo para que me volviera a rimar o a tirar algún freestyle. Le agarré más sentido porque no es lo mismo verlo en video que experimentarlo en persona.
¿Qué dijeron tus padres cuando les contaste tu afición a la música?
Siempre tuve el apoyo de ambos. Mi papá siempre anduvo conmigo en la mayoría de eventos hasta que cumplí los 20 años, más o menos.
Y de parte de mi mamá también, sólo que ella no podía andar conmigo. Ella me daba apoyo moral desde casa. Además, mi mamá me alentaba con sus oraciones, porque también tienen poder, no son poca cosa.
¿De dónde surge el nombre Berzerker?
Berzerker es un apodo que me puso mi abuelo, a él le gustaba mucho la mitología nórdica. Como ya había comentado, soy una persona muy hiperactiva y no hacía caso si no era jugando.
A modo de juego, mi abuelo me decía que él era el dios Odín y, según la mitología, los Berzerker eran las fuerzas especiales que luchaban por él.
Mi abuelo me comenzó a llamar Berzerker y al llegar el momento de ponerme mi nombre artístico, pues me quedé con ese. Es un nombre muy especial para mí, porque mi abuelo me lo puso.
¿Contra qué freestylers famosos has enfrentado?
Pues fíjate que con varios y lo contaré con mucho orgullo. En batallas oficiales me he enfrentado a Dominik, de México; a Teorema, de Chile; Diego, de Perú; entre otros.
Tras vestidores en los eventos, he batallado contra todos, mucha gente los conoce por videos, como el Aczino, que es uno de los mejores del mundo; Chuty, el español que acaba de quedar campeón mundial.
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¿En cuántas de estas batallas has representado a Honduras?
He representado al país en Costa Rica, Panamá, Guatemala, El Salvador y otros torneos que fueron en Perú y Ecuador. También en algunos eventos como BDM, SupremaciaMc, Flava On The Mic y Quality Criters.
¿Qué crees que falta en Honduras para que el Freestyle tenga más reconocimiento?
Falta más apoyo, realmente la gente debe creer más en lo que un hondureño puede llegar a hacer, porque muchas veces vemos los logros de nuestros compatriotas y aun así nos cuesta creer.
Hay raperos hondureños que le han ganado a campeones del mundo en las batallas y eso pasa muy desapercibido.
¿Todos esos viajes se los costean con dinero propio?
En la mayoría de casos, sí. En otras ocasiones hay un patrocinador privado. Con lo público se ha gestionado, pero no nos toman en serio. Es muy difícil conseguir apoyo.
Lo peor es que hay compañeros que han logrado grandes cosas, que en otros países se valoran y aquí lastimosamente no.
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¿Qué proyectos musicales tenés en marcha?
Pues tengo varios proyectos audiovisuales, en mis redes sociales los pueden encontrar: en Instagram como «berzerker_7»; en Facebook como «Berzerker» y en YouTube como «Berzerker Oficial».
Actualmente, también soy vocalista de la banda «Carrizal la Sosa», que es un grupo de covers de música urbana y tocamos en todo tipo de eventos.
¿Aparte de la música a qué te dedicas?
Estudio licenciatura en Enfermería en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, y también trabajo en el Seguro Social.
Me encanta mi trabajo porque puedo ayudar a los demás, me considero una persona bien empática.
¿Algún mensaje para los jóvenes que sueñan con dedicarse a la música?
Que crean en sí mismos, que no se dejen desmotivar por nada del mundo. Yo, incluso, he tenido familiares que no han creído en lo que comencé a hacer, pero aunque les digan comentarios negativos, es mejor seguir lo que uno siente.