Tegucigalpa, Honduras. Sin pasar las 24 horas, al menos siete mujeres fueron asesinadas violentamente en varias zonas del territorio hondureño, quedando en evidencia la vulnerabilidad que sufren las féminas.
La mayoría de estas muertes son feminicidios, a menudo realizado por su pareja o algún pretendiente rechazado.
Al menos 641 mujeres murieron de forma violenta entre 2022 y octubre de 2023 en Honduras, donde más del 60 por ciento de ellas fallecieron a causa de heridas de arma de fuego usadas por los agresores.
Mujeres asesinadas recientemente en Honduras
La última muerte que se registró en este día lunes fue la de una joven en San Agustín, Copán, con la que suman siete de los hechos violentos contra mujeres en el país centroamericano.
Mientras que los otros 6 asesinatos sucedieron en las ciudades de Tegucigalpa, San Pedro Sula, Catacamas y Ojojona.
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Por este sentido, varias instituciones exigen a las autoridades redoblar esfuerzos para detener esta ola de asesinatos. Además, anunciaron que se suman a los 16 días de activismo de la campaña global: “¡Únete! Invierte para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas”.
Cifras alarmantes
Al menos 300 mujeres han muerto de manera violenta en lo que va del 2023, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), dirigido por Migdonia Ayestas.
Ayestas indicó que se ha registrado una reducción en los homicidios, tal como lo manifestó recientemente la Secretaría de Seguridad.
La mayor influencia de muertes a mujeres sucedió en el mes de junio de este año considerado como el «mes más violento», con 85 mujeres muertas, entre ellas 46 presas que fallecieron en un motín en una cárcel cercana a Tegucigalpa.
OV-UNAH, manifestó que según proyecciones, Honduras cerrará 2023 con una tasa de muerte de mujeres de 7,9 por cada 100.000 habitantes, superior a la de 2022 (6,3).
El 46,8 por ciento de las mujeres asesinadas fueron halladas en espacios públicos, precisó Ayestas, quien lamentó que esas muertes sigan ocurriendo “a vista y paciencia” de la población y las autoridades.
Esta alarmante cifra sugiere un aumento significativo en comparación con el año anterior, cuando se cerró con 308 casos en todo el año.