AFP. En medio del esperado juicio por el homicidio del rapero Jam Master «Jay», miembro de la banda de hip hop Run-DMC, fiscales estadounidenses dijeron este martes al jurado que los presuntos asesinos del célebre músico lo emboscaron como parte de una disputa por drogas.
El proceso, cuyo desenlace está a cargo de un jurado anónimo en la corte federal de Brooklyn, se enfoca en los hechos del 30 de octubre de 2002, cuando el rapero conocido como «Jay» (Jason Mizell) murió luego de recibir un disparo en la cabeza en su estudio de Queens. «Jay» tenía 37 años y tres hijos.
El caso por homicidio estuvo congelado hasta 2020, cuando se anunció la imputación de 10 cargos contra los sospechosos Ronald Washington y Karl Jordan Jr., este último el presunto actor material.
«Este caso no es complicado», dijo el fiscal federal adjunto Artie McConnell al entregar los argumentos finales en un juicio en el que durante tres semanas han hablado testigos presenciales, amigos y autoridades. «Se trata de codicia, de dinero, de celos».
Afirmaciones
La fiscalía afirma que como parte de una disputa por negocios con drogas, Jordan -apadrinado musicalmente por Mizell- le disparó una bala calibre 40 a la cabeza del músico. Mientras Washington apuntaba con un arma a otras personas en otro cuarto.
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Para los fiscales, Mizell estaba involucrado en el tráfico de drogas para sostener su estilo de vida y el de sus allegados, conforme el éxito de su grupo musical comenzaba a desvanecerse.
Jordan y Washington urdieron el plan de matar a Mizell, luego de que él los despidiera. Junto a LL Cool J y Public Enemy, Run-DMC fue el grupo pionero del hip hop nueva escuela. Su crecimiento generó una era dorada para el movimiento que incluyó éxitos como «Walk this way».
El asesinato de Jam Master «Jay» fue uno de varios que conmovieron a la comunidad a partir de la década de 1990, entre los que se cuentan el de las superestrellas Tupac Shakur y The Notorious B.I.G.
Jordan y Washington enfrentan cargos de asesinato, tráfico de narcóticos y asesinato relacionado con armas de fuego. Sus equipos de defensa presentarán los argumentos finales este miércoles.
Un tercer acusado, Jay Bryant, señalado por dejar entrar al edificio a los asesinos de Mizell. A este lo juzgarán aparte en otra fecha.