TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), detuvieron a un hombre por suponerlo responsable de agresiones sexuales de su sobrina de 7 años. La captura se realizó en la aldea Las Casitas, en Tegucigalpa.
De acuerdo con la información brindada por los agentes, el hombre es un miembro activo de la Policía Militar.
El portavoz de la Policía Nacional, Miguel Martínez Madrid, explicó que al hombre se le acusa del delito de agresión sexual en contra de una menor y de mujeres. Asimismo, consideró que este caso es «una traición a la confianza familiar» y dijo que la detención se realizó mediante labores de investigación, búsqueda y seguimiento.
«Lamentablemente somos portadores de esta trágica y lamentable noticia, en la cual se detuvo a un miembro del Ejército», dijo.
El imputado de 27 años es militar con el grado de Comando 1 y miembro del catorceavo batallón. Además, se informó que es originario y residente en el mismo lugar donde se ejecutó su arresto.
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La madre lo denunció
Según dijo Martínez Madrid, la acusación formal frente a las autoridades la hizo la madre del acusado y abuela de la menor ofendida. Asimismo, explicó que en horas de la tarde-noche, la señora llegó hasta el Ministerio Público, en donde se le tomó la denuncia formal.
También, explicó que la abuela de la menor tomó la decisión de denunciar a su hijo, luego de que ella viera una actitud extraña en la niña. Posteriormente, se contactó con una persona especialista, quien habló con la menor y ella le confesó cómo ocurrieron los hechos.
Según la niña, su tío tuvo actitudes extrañas, las cuales implican violencia sexual.
Posteriormente, elementos policiales se trasladaron hasta Las Casitas para detener al hombre. Martínez Madrid dijo que ambos padres de la niña también son miembros activos de la institución militar.
Por su parte, la madre de la menor les confesó a las autoridades policiales que el presunto agresor estuvo conviviendo con ellos por dos años. Por lo tanto, consideran que la agresión pudo haber sucedido en ese tiempo.
«Recibimos información por parte de la DPI que había una traición a la confianza familiar, porque la misma madre de la menor dice que el supuesto agresor había convivido con ellos por dos años, mientras hacía el curso de ascenso al comando 1″, dijo.
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