Tegucigalpa, Honduras. Miles de hondureños perderán el beneficio de poder agenciarse de automóviles traídos desde Estados Unidos (EEUU) a un bajo costo cuando a partir del próximo 4 de abril quede sin efecto la amnistía vehicular que otorga un alivio económico a la importación de automotores cuyos modelos sean anteriores al año 2005. Todo, debido a la inoperancia del Congreso Nacional (CN), que mantiene “engavetada” una iniciativa de ley orientada a la ampliación del periodo de este indulto.
Este alivio consiste en el pago único de 10 mil lempiras a cambio de la nacionalización de modelos de vehículos anteriores al año previamente mencionado. Esto significa una “gran ventaja para los que con mucho esfuerzo nos toca sacrificar nuestros ahorros para tener un carro decente y andar seguros con la familia”, según Leonidas Fajardo, trabajador de un autolote de San Pedro Sula.
Fajardo es del criterio de que “la economía (de los hondureños) no está para permitirse el lujo de comprar carros de años recientes, porque son muy caros. Y mucho menos (si son) de agencia”.
No aprobar una prórroga de la amnistía, según el economista sampedrano Juan Luna, consultado por Diario Tiempo, “representaría un golpe al bolsillo de la mayoría de hondureños”. Pues, argumenta que es “evidente” que importar un vehículo “por solo 10 mil lempiras más algunos otros gastos”, permite al grueso de la población adquirir un vehículo que difícilmente podría tener “por otros medios”.
En marzo de 2022, el Congreso Nacional aprobó la última ampliación, hasta ahora, del periodo de “alivio” de los impuestos por la importación de estos vehículos. Ante la cercanía de la fecha para que la ley caduque, Luna considera que “los efectos negativos para la economía serán muy grandes”, pues el Legislativo que preside Luis Redondo no ha mostrado interés en aprobar una extensión del plazo.
Menos empleos
Según Pablo Barahona, trabajador de la cadena de logística de importación de vehículos en Tegucigalpa, “no es lo mismo comprar un carro del 2005 que uno 2013”. Con la amnistía “ahora entran carros que (antes) no se podían traer”.
En tal sentido, defendió que la normativa vigente contribuye a dinamizar la economía nacional mediante la generación de empleos. “En la cadena logística, por un carro participan más de 30 personas y, por ende, así se dinamiza la economía”, detalló.
Y por tal razón es partidario de que “se mantenga la ley porque está encaminada a beneficiar a la clase media y a los pobres”. No así a los “ricos”, porque “ellos pueden comprar un carro comprado en agencia», valoró.
En la misma línea se manifestó Antony Aldana, importador de vehículos en la capital del país, quien considera que la amnistía es muy beneficiosa. Además, aseguró que significa un beneficio “para las personas que no tienen suficiente dinero para comprar un modelo reciente de un carro” en Honduras.
Aunque reconoció que para los importadores, que son parte protagónica en la cadena logística, la importación de automotores «viejitos» no genera tanto margen de ganancia. Esto porque “todo está caro y los ingresos que quedan son menores”.
Sin embargo, cree que “está bueno que (los hondureños) se puedan traer carros viejos”, aunque asegura que traerlos desde Estados Unidos “es un riesgo, pero uno está más seguro». “En lo personal quisiera tener una Ford Runner, no comprarla aquí, ya que no se sabe cómo la trataron. Pero en Estados Unidos sí les dan su mantenimiento”, manifestó.
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Muchos beneficiados
Aldana, además, afirmó que tiene compañeros en el rubro, y otros particulares, que han aprovechado la amnistía “de buena manera”, trayendo desde EEUU modelos de vehículos como los Toyota 22R, que son carros que “entraron como arroz al país», dijo.
En tal sentido, pidió que la amnistía debería quedar funcionando “aunque sea” de manera parcial; es decir, «un año sí y otro no», porque aunque “una cantidad demasiado grande de modelos (de vehículos) viejos no genera buena ganancia”, la amnistía vehicular “sí ha ayudado a muchas personas”.
Aun así, Aldana lamentó lo “caro” que resulta importar vehículos “aunque sean de modelos de antes del 2005” porque “nos cobran estacionamiento, grúas, conteiner y, si los vehículos no salen a tiempo de donde los mantienen estacionados, cobran una tarifa extra” sin importar de que modelo de carro se trate.
Reforma del 2018
La propuesta de ley presentada recientemente por Mario Segura en el Congreso Nacional alude a una reforma del decreto No. 188-2020 en su artículo 4, numeral 5, se refiere a que se autorice la nacionalización de vehículos de otros países sin importar su antigüedad, por un periodo de seis meses o un año.
Esto, como continuación a lo aprobado por el Legislativo en 2018, que establecía que los vehículos importados de otros países con una antigüedad superior a los 10 años pueden nacionalizarse y registrarse en Honduras.
Así se estableció en el decreto 51-2018 que contiene las amnistías aprobadas por el Poder Legislativo. «Los carros se nacionalizarán independientemente de la restricción de antigüedad del vehículo, siempre y cuando sean vehículos cuya fabricación como último año fue 1995, vehículos de trabajo”, especifica el documento.
Impuestos en Honduras
El costo para enviar un vehículo a Honduras va desde $1,875 a $3,590 dólares. Sin embargo, el precio dependerá de la marca, del modelo y de las medidas del vehículo.
En la actualidad, muchos hondureños optan por importar vehículos a título personal, o con ayuda de importadores. La mayoría (el 71%) de los carros que ingresan al país son usados, y apenas el 29% son nuevos, según datos oficiales.
Antes de adquirir un automóvil es importante saber el costo monetario que implica. Por ejemplo, “los impuestos a pagar en la importación de vehículos automotores usados son: Derechos Arancelarios a la Importación (DAI), Impuesto Sobre Venta (ISV), Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) y la Ecotasa”, detalla el informe de la ya extinta Dirección Adjunta de Rentas Aduaneras (DARA).
1. Derechos Arancelarios a la Importación (DAI). Este impuesto no se aplica para los vehículos importados desde Estados Unidos por el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos de América (CAFTA-DR, por sus siglas en inglés). No obstante, para los automóviles comprados de otros países con los que no haya un acuerdo para importar, el impuesto por Derechos Arancelarios a la Importación varía de 5% a 15%, según la DARA.
2. Impuesto Sobre Venta (ISV) es un tributo fijo incluido en el costo de la importación de un automotor, con excepción de la maquinaria agrícola, ya que fue exonerada mediante Decreto 119-2016. El ISV es de 15% sobre el valor del artículo, en este caso, del precio del automóvil.
3. El Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) es uno de los cargos más importantes en el costo al importar un carro. Varía de 10% hasta 60%, dependiendo del precio del automotor. Por vehículos con precios de hasta 7,000 dólares, el ISC es de 10%. De 7,000 a 10,000 dólares, el arancel es de 15%, y para los de 10,000.01 a 20,000 dólares es de 20%.
Mientras que, por los que cuestan entre 20,000.01 a 50,000 dólares el impuesto a cancelar sería de 30%. Y de 45% por los de 50,000.01 a 100,000. Los que más pagan impuestos son los que valen más de 100,000 dólares, quienes tendrán que pagar un 60% del valor de compra del vehículo.
Otros impuestos
Los vehículos exentos de este impuesto son los “híbridos, que utilicen diferentes tipos de combustible alternativos y electricidad”, según la Ley de Equidad Tributaria.
La Ecotasa. Este es un impuesto establecido en el Decreto 17-2010 que se carga en la Declaración Única Aduanera. Depende del valor de compra del vehículo establecido por rangos. Así: de 1 a 15,000 dólares, la Ecotasa a pagar es de 5,000 lempiras; de 15,000.01 a 25,000 dólares sería de 7,000. Y para los de 25,000.01 dólares en adelante se pagan 10,000 lempiras.
Para importar vehículos también se pagan cargos por grúas, fletes y la estadía en el puerto. Por ejemplo, un hondureño importó un vehículo Hyundai Elantra, tipo turismo, año 2013 por un valor de 2,803 dólares. Esta suma equivale a unos 66,958 lempiras al cambio actual. Por flete canceló 785 dólares y 92 por gastos portuarios.
El valor CIF (puesto en puerto) fue de 3,680 dólares. Para este automotor el ISV fue de 14,475 lempiras, el Selectivo al Consumo de 8,772 y 5,000 de la Ecotasa. Esto, más 119 lempiras de un servicio de transporte de datos que aplican por la Declaración Única Aduanera (DUA) del vehículo. En total, los impuestos sumaron 28,367 lempiras. El único exonerado fue el DAI por el TLC vigente con ese país.
Los hondureños pueden importar cualquier tipo de vehículo, siempre y cuando no esté dentro de las prohibiciones del Decreto-17-2010. En esa normativa se permite la importación de carros con 10 años máximo de uso en tipo turismo y 13 años para los autobuses, camiones o pick-ups.