REDACCIÓN. Las buenas noticias no paran en el caso de la joven Dania Rodríguez, niña hondureña que se dio a conocer a través de un reportaje publicado por este periódico el pasado 19 de febrero.
Según se conoció vía Claudia Guerra, gobernadora en el Departamento de Copán, el próximo martes, un especialista en el área cardiovascular llegará directamente este lunes a las 9 de la mañana para revisar a la joven y proceder a operarla, lo que tendría un cambio significativo en su vida.
Se supo que la logística para atender este tipo de situaciones sí está en el Hospital de Occidente, que es el principal centro hospitalario de la ciudad occidental, sin embargo, no está el especialista, por lo que a través del Despacho de la Primera Dama se ordenó enviar un médico para atender a la joven sin necesidad de trasladarla hasta Tegucigalpa, capital de Honduras.
Desde que la ingresaron al hospital, parientes y amigos de Dania no han parado de animarla. Es decir, de puntualizarle que todo saldrá bien y que pronto le espera una nueva vida entre sus seres queridos.
Para recordar, Dania Nayeli Rodríguez Moreno, de apenas 16 años de edad, es originaria de la Aldea de San Andrés Minas, jurisdicción de La Unión, Copán.
Dania nació como todo bebé, un llanto enorme; pero a la vez, con una gran felicidad por conocer el mundo. Sin embargo, esa sonrisa ligera se acabó temprano…muy temprano.
Pues al poco tiempo de nacida se dieron cuenta que presentaba problemas en el corazón y en los primeros seis o siete meses estuvo sometida dentro del referido centro hospitalario.
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Por su parte, su familia comenzó a pagarle un tratamiento para que la niña creciera con normalidad. Pero la situación fue empeorando y se vieron obligados a sacarla del país.
Entonces, fue a través de una organización que fue trasladada a Estados Unidos, allá estuvo durante dos meses; pero los médicos dijeron que no resistiría una operación. Pues era la única solución al problema… al menos desde el extremo de la ciencia.
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Aferrada a la fe, Dania, una joven creyente y que se congrega en una iglesia de su pueblo, dijo en ese entonces que Dios la curaría. Además, que él era quien tenía la última palabra.
Por su lado, los expertos de la medicina le dijeron que sólo tenía seis meses de vida; no obstante, sigue viva, muy delicada, pero viva.
