CORTÉS. Una nueva droga se introduce entre los jóvenes en Honduras y esto ha encendido las alarmas en las autoridades y profesionales del país por el riesgo que podría significar.
Conocida como crispy o creepy, esta droga es elaborada con marihuana de mejor calidad que la que circula y se vende en la ciudad. Los efectos de esta droga son peligrosamente mayores ya que con una poca cantidad «se vuela más alto» y durante más tiempo.
Según versiones periodísticas, crispy o creepy es una droga que circula profusamente en Panamá desde el año 2012. Sus potentes efectos la han convertido en un alucinógeno con mucha demanda; al grado que ya se vende en otros países latinoamericanos, entre ellos, Honduras.
El miércoles 10 de enero, las autoridades hondureñas se llevaron una sorpresa al realizar un operativo rutinario en San Pedro Sula. Dos mujeres fueron encontradas vendiendo esta nueva droga en el interior de un autolote en barrio El Benque.
Esta captura y descubrimiento podría significar el primer decomiso de esta nueva droga en San Pedro Sula. Y muy posiblemente en Honduras.
Más sobre el caso: Mujeres son capturadas mientras vendían droga “crispy” en SPS
La poca información sobre el estupefaciente es notorio. Diario Tiempo Digital contactó a representantes de varios entes de seguridad, al Ministerio Público y la Fiscalía, y los datos a mano eran nulos. En ese sentido, surgen las interrogantes de cómo llegó esta droga a Honduras y si ya se habla de comercialización y producción a nivel nacional.
Miguel Paz de la Dirección de la Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN), institución encargada del operativo y decomiso, brindó declaraciones importantes sobre la droga.
El agente de la DLCN manifestó que este nuevo estupefaciente está de moda en este momento. A pesar de que ya se tenía conocimiento de que estaba comercializándose en Honduras, hasta el operativo del miércoles se tuvo el contacto directo con ella.
Al consultársele cómo suponían ellos habría ingresado a nuestro territorio una droga que es más conocida en Panamá y otros países, dijo que el turismo y la música tienen papel fundamental.
Paz expresó que el crispy o creepy es mayormente cultivada en Estados Unidos, México y Puerto Rico; de esos sitios llegan a países nuevos. Los turistas que vienen a Honduras se las arreglan para ingresar la droga. Lo hacen por puntos específicos como La Ceiba, Tela, Roatán y San Pedro Sula, hasta que se extiende a nivel nacional.
Los turistas no solo venden la droga, también transmiten sus conocimientos acerca del cuidado y proceso de la planta. De esa forma es que los ciudadanos han empezado a tener sus propios cultivos y se dedican a venderla.
El agente de la DLCN agregó que los narcotraficantes suelen cultivar la planta en lugares altos, porque esto aumenta su calidad. Además, el crispy o creepy estaría rociada con partículas de cocaína disuelta. Su precio en el mercado anda en unos cincuenta lempiras.
«La marihuana viene en bolsa. Hay que sacarla, picarla y arreglarla, esta viene lista, molida y de mejor calidad», expresó Paz. Este policía fue uno de los agentes presentes durante el decomiso de la nueva droga en barrio El Benque.
Asimismo, concluyó que una popular canción influye en la mente de los jóvenes. El éxito de Bad Bunny, Krippy Kush, hace referencia a dos potentes drogas pero la primera ha tenido el mayor impacto. La droga se volvió más conocida cuando se lanzó esta producción.
Efectos de la crispy o creepy
- Enrojecimiento de los ojos
- Cambios en el comportamiento, cambios de horarios repentinamente
- Reacciones mas lentas, demora para contestar a preguntas claves
- Ansiedad, desespero por el consumo de la droga en horas específicas
- Resequedad en la boca, falta de saliva en la boca
- Hambre excesiva, conocido como lipidia o munchies
- Ritmo cardíaco elevado, taquicardias
- Dificultades en el enfoque, abandono de metas
- Conducta agresiva del individuo
Los síntomas producidos por el consumo diario del crispy son depresión excesiva en la persona. También dependencia constante de la sustancia para poder sentir felicidad, trabajar, comer o dormir.
Asimismo, a largo plazo produce apatía, depresión y falta de culminación en las labores. Además produce un efecto paranoico, que se convierte en una enfermedad conocida como la esquizofrenia. La persona se ve amenazada sin ser amenazada y se torna agresiva.
El uso del crispy produce una reducción en el coeficiente intelectual. Así como cambios en el cerebro que disminuyen la capacidad de recordar, debido a que este afecta al hipocampo. Esta parte del cerebro es la responsable de la generación y recuperación de los recuerdos.
De la misma forma aumenta la tolerancia a los estupefacientes. Situación que pone en riesgo a la persona de consumir otras drogas como licor, cigarros y cocaína.
Conocedor de la droga: «campaña de desinformación»
Por otra parte, Diario Tiempo Digital también se puso en contacto con una persona conocedora del tema. Respetando su seguridad e integridad, omitiremos su nombre real y le llamaremos «Carlos». Él, además de conocer sobre la marihuana y sus diferentes tipos, ha experimentado la nueva droga.
«La crispy es solo una variedad de marihuana de mucha mejor calidad que la que la gente conoce normalmente», dijo Carlos. Asimismo, agregó que esta se vende en gramos; uno de ellos costaría un mínimo de Lps. 150 y un máximo de Lps. 5,000.
El precio dependerá de la cantidad de THC (tetrahidrocannabinol) que contenga el gramo de crispy o creepy. Esta suele diferenciarse de la marihuana por el color y el sabor; en ese sentido, el color es un verde tierno o claro y el sabor, deja una sensación cítrica.
«La verdad es un tipo de mota que los mareros han comenzado a vender desde hace poco. Yo comencé a probarla en el 2014 y en ese entonces la vendían por onza a Lps. 5,000 con ‘dealers’ independientes. Ahora los mareros la venden en sus ‘pozos’ por gramo», dijo.
«Mayormente se ha vuelto un negocio de ellos (mareros), han matado a varios dealers independientes por robarles ‘plazas'», reveló Carlos. Añadió que lo que se fuma son las flores, no las hojas, como se cree.
Finalmente, aclaró que la planta es tratada normalmente y no lleva ningún tipo de droga extra para incrementar la potencia. Carlos atribuyó lo que se dice de la droga a una «campaña de desinformación».
Adolescentes son influenciables y peligran
«Los maleantes quieren krippy, krippy, krippy, krippy, krippy», dice el sencillo del puertorriqueño.
Al saber los efectos potentes de la droga y conociendo de que la cultura musical estaría relacionada, el psiquiatra Bismarck Espinoza, manifestó que las canciones de la actualidad suelen incitar al sexo, la violencia y las drogas
En ese sentido, los niños y adolescentes están expuestos a imitar lo que ven y escuchan porque carecen de madurez. «Hay que entender que la madurez es un proceso que se da con los años. Es la capacidad de solucionar problemas e ir siguiendo lo que conviene y soltar lo que no conviene. Se alcanza a los 20, 22 años o hasta los 25».
Parte de su inocencia los hace manipulables y tratan de buscar la felicidad o ser el héroe que se muestra en los diferentes medios. En las películas, el personaje que desafía la autoridad es el mejor visto y los adolescentes se forman un concepto erróneo.
Todo empieza con pequeñas fiestas donde por curiosidad consumen alcohol y prueban las drogas. La presión social, la influencia del entorno y la rebeldía de la edad, los llevan a ser consumidores frecuentes.
La música pegajosa, el sexo descarado y el consumo de droga es aprovechado por estructuras criminales. Cuando estos adolescentes entran al mundo, ya son dependientes de ciertas sustancias dañinas.
La marihuana ha sido considerada como una droga «blanda». Afecta las neuronas, capacidad de análisis, psicosis, toma de decisiones y causaría esquizofrenia. Entre más consumo, más riesgo.
Jóvenes hondureños están en peligro, pues el auge de las drogas ha aumentado en los últimos 10 y 15 años. Los criminales están en busca de nuevos mercados y su blanco son los adolescentes. En ese sentido, además de ser responsabilidad del Gobierno, instituciones de seguridad, es necesario que los padres se involucren, concluyo Espinoza.
Ningún caso de adictos a la crispy o creepy
Finalmente, se contactó a Mario Fumero, fundador de Proyecto Victoria, quien aseguró que no se había registrado ningún caso de ingreso de niños, jóvenes o adultos, adictos a esta nueva sustancia en Tegucigalpa y SPS.
Sin embargo, aseguró que ya tenía conocimiento de la droga porque es bastante común en bares y discotecas. Envió un mensaje a los consumidores, advirtiéndoles de que si abusaban de la sustancia podrían empezar con paros respiratorios y luego perder la vida.
Proyecto Victoria es una comunidad terapéutica para personas del sexo masculino entre los 13 a los 100 años, que tienen problemas de drogas, alcoholismo, pandillas, maras o menores en riesgo social.
Ahí se les facilita un tratamiento integral de rehabilitación. Además se les proveen elementos como medicina, psicología, psiquiatría, capacitaciones, terapias grupales, etc.
