Salud. La higiene bucal comprende los procesos que mantienen limpios y sanos nuestras encías, dientes, lengua y la boca en general, permitiéndonos tener un aliento fresco, conservar nuestras piezas dentarias y no sufrir molestias.
La buena higiene bucal proporciona una boca que luce y huele saludablemente. Esto significa que los dientes están limpios y no hay restos de alimentos. Las encías presentan un color rosado y no duelen o sangran durante el cepillado o la limpieza con hilo dental.
Aunque parece que todo el mundo es conocedor de las nociones básicas para mantener una buena higiene bucal. ¿Qué pasos hay que seguir?
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Cinco consejos para una buena higiene bucal
- En primer lugar, lavarse los dientes debe ser obligatorio tras las comidas, como mínimo tres veces al día y durante dos minutos, con especial importancia en el cepillado nocturno.
- No obstante, no tendrá sentido cepillarse a diario si la herramienta que usamos no está en las mejores condiciones. Es decir, los expertos siempre aconsejan cambiar el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, ya que pasado este tiempo las cerdas o filamentos pierden fuerza y dejan de ser eficaces.
- Usar hilo dental. El cepillado es esencial para mantener los dientes limpios, pero otro paso que no hay que olvidar es el uso de hilo dental, puesto que ayuda a eliminar los restos de comida y placa que se pueden esconder entre los dientes.
- Elegir la pasta dental adecuada. En este caso, hay que tener en cuenta quién se cepilla los dientes, puesto que no debería usar el mismo dentífrico un niño que un adulto.
- En el caso de tener sensibilidad dental es normal que por un motivo u otro las encías estén más sensibles e incluso sangren. Si se trata de un problema persistente, lo más recomendable es acudir al dentista; si es algo puntual, hay que reducir los ácidos en la dieta, controlar el reflujo gástrico o revisar si las ortodoncias o prótesis removibles se ajustan correctamente.
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