TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una serie de medidas de bioseguridad para la reactivación económica ha puesto a disposición del sector empresarial la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH.
La reactivación económica se hará en la zona tres a nivel municipal. Además, hay que mencionar que la fase 1 de esta se suspendió hace algunas semanas debido al alto indice de contagios de COVID-19.
También, cabe decir que la reactivación económica, implica la activación del 20% del personal de cada empresa. Según lo informado, empleados, proveedores y clientes deberán cumplir con las medidas de bioseguridad que ha establecido la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La serie de medidas que el Alma Mater ha puesto a disposición es través de la vinculación UNAH-Sociedad. Además, las medidas para evitar la propagación del COVID-19, fueron elaboradas por un equipo multidisciplinario integrado por expertos en salud y seguridad.
Hay que precisar que las medidas de bioseguridad se ilustran en una serie de infografías, mismas que deberán implementarse en cada centro de trabajo.
La Máxima Casa de Estudios, elaboró 13 artes y 5 vídeos con disposiciones generales de bioseguridad. También, se elaboraron 75 artes con indicaciones específicas de protección personal en más de 23 rubros.
«El material educativo explica de manera clara y sencilla, los pasos de higiene, identificación de personas contagiadas o sospechosas, limpieza de vehículos, entrada a los comercios, manejo de desechos en puestos de trabajo, normas de etiqueta respiratoria, uso de mascarillas, desinfectante de manos entre otros».
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UNAH propone modelo ciclíco para reabrir la economía
Con la finalidad de hacerle frente al decaimiento de la economía nacional, pero sin dejar a un lado la salud de los hondureños, el rector de la UNAH, Francisco Herrera, presentó el jueves una propuesta para lograr una salida integral a la crisis que azota al país producto de la pandemia de la COVID-19.
De acuerdo con el rector, el planteamiento se basa en una propuesta de un grupo de científicos del Instituto Weizmann de Israel. Este consiste en un modelo cíclico 10-4 (10 días de cuarentena y 4 de trabajo).
Lo anterior, según Herrera, se puede implementar por sectores económicos, productivos y académicos.
Los expertos plantean que la enfermedad tiene tres días de latencia y nueve en un proceso infeccioso aproximado. En ese sentido, el modelo cíclico funcionaría de tal manera que, si una persona se contagia en sus días de trabajo, estará dentro de su período de latencia. Es decir, que alcanzará el pico de la infección en casa, durante los días de cuarentena, cuando no entra en contacto con tanta gente.
Al respecto, el rector de la UNAH indicó que eso resulta «una estrategia que conlleva una salida cíclica. Eso coloca el ciclo de infección en los días del confinamiento».
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