SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Como si tener a sus empleados bajo la lluvia y el sol no fuese suficiente, la Cervecería Hondureña despidió también a un trabajador que grabó un vídeo y evidenció que toda una planta de producción fue cerrada por casos de COVID-19.
Las imágenes se difundieron en redes sociales y respaldaron el motivo de protesta de los empleados de la Cervecería. Tras varios días de exigir medidas de bioseguridad para retomar sus labores, la empresa hace caso omiso.
El trabajador despedido mostró en su vídeo una planta de producción completamente vacía; ahí mismo reveló que está paralizada debido a que el personal del área estaba contagiado y cumpliendo aislamiento.
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Cuando el vídeo se divulgó, fuentes internas de la Cervecería trataron de desmentirlo, asegurando que se trata de un mantenimiento de la planta de producción, pero el despido del empleado y la versión de familiares de algunos trabajadores respaldan que el cierre fue por los casos de COVID-19.
Cabe destacar que el despido del empleado fue informado por los mismos protestantes que siguen en las afueras del recinto, esperando una respuesta de jefatura. Se suma una petición más a sus exigencias: Reincorporar a su compañero, despedido injustamente, aseguran.
Tres días consecutivos de protestas
Desde el jueves, los trabajadores de la Cervecería están apostados en las afueras del recinto; exigen que les doten de insumos de bioseguridad para trabajar. Al conocer los casos internos, que la misma empresa prefiere no informar, no están dispuestos a exponerse y mucho menos, poner en riesgo a sus familias.
Al inicio de la pandemia en Honduras, un comunicado interno fue girado en la empresa y llegó a medios de comunicación. Era una realidad, empleados estaban contagiados de COVID-19. La Cervecería se negó a confirmar o desmentir la situación.
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El viernes, los protestantes no fueron a descansar a sus hogares. En cambio, pasaron la noche cubriendo entradas y salidas de la Cervecería. A una sola voz, gritaban: «Huelga, huelga» a todo vehículo que pasaba.
Algo dejaron claro, soportaran noches en vela y cualquier clima hasta que cumplan con sus peticiones y respeten sus derechos como empleados. Están dispuestos a trabajar, pero no a contagiarse por irresponsabilidad de la compañía.
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