TEGUCIGALPA. La modalidad delictiva del autosecuestro ha venido aumentado en Honduras. Las supuestas víctimas empiezan a planear, las pistas los delatan y las enormes recompensas que exigen por su liberación.
En lo que va del 2022, la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) registra 17 denuncias de secuestros a nivel nacional. De este total, 7 han sido reales, es decir que sí los privan de su libertad y 10 son autosecuestros.
El subcomisario Cristian Nolasco, portavoz de la DPI, explicó a Diario TIEMPO los detalles sobre los autosecuestros. Es decir, cómo es que se determinan y la ardua labor que realiza la Unidad Nacional Antisecuestros (UNAS).
Fingen más los hombres
De acuerdo con Nolasco, en la mayoría de los casos son los hombres los que fingen sus secuestros, pero no significa que las mujeres no lo hacen. Entre las principales causas que conducen a las personas a cometer este delito, es que se ven acorraladas por problemas económicos.
En los últimos días, se reportó el autosecuestro de un menor de 16 años que pedía 10 mil lempiras a sus familiares y hasta envió una foto donde aparece «ensangrentado». No obstante, se trataba de maquillaje y estaba junto a su novia.
El segundo caso reciente, es el de un hombre que fingió estar privado de su libertad para pedir una alta suma de dinero a sus hermanos en Estados Unidos, porque tenía deudas que saldar y problemas económicos.
Pero además de estos casos, se han registrado otros en diferentes partes del país y debido a las acciones de la UNAC, se ha logrado evitar que los familiares paguen las jugosas cantidades de dinero.
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¿Cómo es que la DPI los detecta?
Nolasco detalló que la DPI recibe todas las denuncias como secuestro de parte de los familiares y con ello inicia el proceso de investigación y seguimiento. «En el transcurso del rescate o liberación de las personas, allí logramos descubrir que son secuestros o autosecuestros».
«Las familias preocupadas ponen la denuncia, se activa. La primer recomendación que se le da a la familia es no subir ni llamar, ni comunicar a nadie que un familiar está siendo víctima de secuestro y esa es la parte del éxito en el rescate», afirmó el subcomisario.
Asimismo, explicó que los 17 casos se han investigado y remitido a la Fiscalía, entonces, se confirmó que solo 7 son secuestros reales.
Por otro lado, el portavoz de la DPI comentó que son varias las pistas que tienden a delatar a las personas que fingen estar secuestradas. De acuerdo con el experto, ellos piensan que no los van a descubrir, pero la inteligencia de la UNAS es avanzada.
Siempre se busca la verdad
«Nosotros (DPI) trabajamos para esclarecer la verdad. La experiencia nos dice y los investigadores mencionan que en su momento cuando logran ver, tal es el caso del joven de 16 años, la fotografía que envió a sus familiares lo delató y la experiencia muestra que era maquillaje», detalló Nolasco.
Este joven estaba sano y salvo comiendo palomitas en un centro comercial de la capital, junto a su novia antes de entrar al cine. Los expertos detallan que era evidente que los golpes que aparentemente tenía en su cuerpo eran falsos.
Otro de los detalles que detectan cuando se trata de un autosecuestro, es que utilizan objetos, elementos y otras cosas para poder fingir la voz y amedrentar a las familias, para así presionar por el rescate.
Pruebas de ley
Además, según Nolasco, con estos detalles a los supuestos secuestrados se les hace una prueba técnica. Entonces, a través de la orden de un juez, realizan un vaciado telefónico.
«También están las pruebas orientativas, que es la sospecha, entre ellas ¿por qué no esta en la casa? y a veces los familiares no quieren decir si en la casa tienen problemas. En otro de los casos es porque la gente quiere dinero y saben que los dólares están fáciles de conseguir a través de remesas», añadió.
El experto aseguró que en algunos casos la familia saca o consigue el dinero para supuestamente tener de vuelta a su familiar, pero al final resulta que lo pide para actividades sigilosas.
«Una persona ni piensa en el dinero cuando quiere tener de vuelta rápido a su familiar», destacó. Sin embargo, el ciudadano que finge su secuestro más o menos calcula la cantidad de dinero que puede exigir por su rescate.
Labor de la UNAS
Como se menciona, es la UNAS quien procede con los rescates ante las denuncias e investigación de secuestros. Ellos descubren allí cuando es un verdadero o es un autosecuestro y en varios casos las mismas víctimas se delatan.
«Cuando el investigador les pone la evidencia al frente y cuando se sienten acorralados terminan siendo sinceros con el agente, incluso muchos de ellos terminan contando lo que hicieron», detalló Nolasco.
Las personas que se autosecuestran, infringen la ley y cometen el delito de simulación de una infracción inexistente, lleva a una pena, según el artículo 599 del Código Penal, que va desde 6 meses a dos años de prisión, más una multa o trabajo comunitario.
Por otro lado, Nolasco destacó la inteligencia y capacidad que tiene la UNAS para investigar este tipo de situaciones. A la vez, destacó que los vaciados telefónicos se hacen a pesar de que las presuntas víctimas cambian de chip para llamar a los familiares.
La DPI recomienda a los familiares desde que ponen la denuncia que no se le diga a nadie que tienen un familiar secuestrado y den detalles de la situación. La investigación depende de muchos detalles y es allí cuando la UNAS puede sorprender a los captores o a la persona que finge estar secuestrada.
Inteligencia y equipo
En tiempos pasados, sucedía que la UNAC pedía refuerzos de unidades policiales para los rescates, pero este detalle tendía a tergiversar la investigación. Sin embargo, hoy en día la unidad está tan capacitada y tiene sus equipos que hace los rescates de manera profesional, según las autoridades.
Un detalle que Nolasco enfatizó es que este equipo de inteligencia puede vestirse de civil en la circunstancia, pero con una identificación interna, para poder llevar a cabo con éxito las operaciones.
«La UNAS es una de las mejores unidades de la Policía Nacional», aseguró Nolasco, quien destacó que el personal es altamente capacitado y formado en el tema, por lo que ha logrado tener éxito en los últimos tiempos.
Otro detalle que se destaca, es que la UNAS no trabaja con fiscales comunes, sino con los especiales. Es decir, que pueden tomar los casos en cualquier parte del país y darles celeridad.
Algunas familias tienden a pedir dinero en la calle
Entre otros detalles que menciona el portavoz de la DPI, está que en algunos casos de autosecuestro, los familiares desesperados pedían dinero en las calles en botellones y las personas les ayudaban.
Sin embargo, en un par de ocasiones en la zona sur del país al darse cuenta que se trataba de un autosecuestro, la gente solidaria arremetió contra el sospechoso y también pedían que les regresaran su dinero.
«En la Ley de Policía y Convivencia Ciudadana está prohibido pedir dinero. Las únicas que pueden hacerlo son las que se aproximan al Juzgado Municipal y presentan una incapacidad que diga que nadie los puede mantener y hacen un estudio y se les da la autorización mediante un carnet», aseguró Nolasco.
Por último, el portavoz de la DPI destacó que el actual gobierno le ha dado la potestad al investigador de que pueda usar su vestimenta de acorde al tipo de investigación, caso o la idiosincrasia o el lugar donde vaya geográficamente hablando.
Las autoridades policiales y equipos de inteligencia siguen trabajando para así evitar que se den este tipo de acontecimientos en el país, pues es un delito que atenta contra la seguridad nacional.
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