INTIBUCÁ, HONDURAS. Los elementos de la Policía Nacional (PN) asignados al municipio de San Juan desalojaron las instalaciones de su estación luego de que pobladores los atacaran con piedras y palos.
Según las denuncias de los habitantes del lugar, los agentes uniformados son los supuestos responsables del atropellamiento de un muchacho de 16 años de edad, quien murió el domingo 14 de marzo y respondía al nombre de Ángel Gabriel Aguilar.
Fue por eso que, enardecidos con la autoridad, residentes pretendieron hacer justicia por su propia cuenta, de modo que agredieron a los policías y hasta pretendieron incendiar la posta, dijo el comisario Madrid, jefe departamental de la Policía.
Versión de la Policía
El oficial en jefe dio a conocer su versión de los hechos, y aseveró que ningún miembro de la institución de seguridad es responsable de la muerte del joven, sino que, contrario a lo que dicen los pobladores, la Policía trató de salvarle la vida.
«Mediante un patrullaje, un ciudadano de un vehículo le hizo parada a un oficial. ‘Aquí una persona se accidentó’, le dijo. Entonces, los policías, al darse cuenta que aún estaba con vida, lo levantaron y lo llevaron a darle los primeros auxilios», comentó.
Sin embargo, Aguilar murió minutos más tarde, lo cual desató la ira de sus familiares y personas que lo conocían.
«Los policías actuaron bien. Si uno hubiera tenido algo que ver, yo mismo lo presento, pero, no, solo se intentó salvar la vida de un ciudadano. Si un policía se equivoca, lo vamos a poner a la orden de los tribunales, pero si un policía hace bien su trabajo, lo vamos a defender», sostuvo.
Ahora, el municipio de San Juan se queda sin resguardo policial, pero «la población tiene que hacerse cargo de sus actos», cuestionó el comisario. Por último, Madrid comentó que el retiro de la Policía fue con la intención de proteger a los oficiales.
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