TEGUCIGALPA, HONDURAS. No sólo la voz popular, sino que también procesos legales en su contra involucran a Áxel López, un empresario guatemalteco, en supuestos ilícitos en perjuicio del Estado de Honduras y la compañía SDI Global LLC.
Según los señalamientos, que llegan incluso desde la jefatura de SDI Global, López usurpó documentos de esa empresa. Con esos datos en mano, habría fraguado una estafa y un fraude sin precedentes.
Todo el lío gira en torno a que él negoció con Marco Bográn, exdirector de la Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H) la compra de siete hospitales móviles para atender la emergencia sanitaria por COVID-19 en el país cinco estrellas.
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Los primeros dos módulos hospitalarios ya están en Puerto Cortés y bajo inspección aduanera en la Operadora Portuaria Centroamericana (OPC). Allí también están agentes de veeduría que procurarán dar transparencia y conocer los detalles del cargamento.
Sin embargo, el proceso de adquisición y eventual llegada del equipamiento se produjo en un marco sin garantías, varios meses de tardanza, carencia de información, e incontables irregularidades. Por tanto, el arribo de esos dos primeros hospitales móviles no disipa muchas dudas que aún sostiene el ojo crítico, compuesto de muchas organizaciones y personas naturales.
Una de esas entidades es la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ). Precisamente, ASJ sostenía una supervisión a las actividades de INVEST-H, pero se retiró alegando que para esa unidad de gestión, era «agotante» cumplir con los requerimientos de la auditoría.
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Pese a desistir de su veeduría a INVEST-H, la ASJ no se despega por completo de lo relacionado al escándalo de los hospitales móviles.
En ese sentido, Léster Ramírez, director de investigaciones, manifestó este martes que continúan averiguando cuál fue el modo de ejecución del guatemalteco para dotar a Honduras de los cuestionados hospitales.
Además, externó cuál es la conclusión que sacan tras la primera parte de la indagación que desarrollan en el tema. Dejó entrever que cada vez son más las dudas respecto al origen de la compra.
«Lo que nosotros investigamos y nos dimos cuenta, es que el señor Axel López en las facturas que presentó el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) en su informe, pues se pueden observar varios sellos de empresas», expresó Ramírez.
Seguido, aseveró que eso les permite conocer que López funge, o se hace pasar, como intermediario y fabricante. En virtud de ello, disparó una interrogante hacia el Gobierno: «¿Quién es el fabricante de los hospitales móviles?».
Además, el investigador cuestionó cómo fue que se eligió al chapín para que formara parte de los posibles proveedores de INVEST-H. Los avances de la averiguación de ASJ también arrojan datos sobre otros distribuidores a quienes no se tomó en cuenta finalmente.
¿Pedían detalles en demasía empresas de otros países y por eso no se les consideró para algo tan vital como la salud del pueblo hondureño? Hacia ese camino apunta otra conclusión del informe de ASJ.
«En nuestra investigación nos dimos cuenta de que INVEST-H envió solicitudes de cotización a proveedores en España y México; pero, estos pidieron información adicional debido a su experiencia en fabricar hospitales móviles. Ellos, fueron descartados”, concluyó Ramírez.
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