El director de Investigaciones de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Lester Ramírez, dialogó en exclusiva con Diario TIEMPO Digital, sobre su vida, estudios y su trabajo en el combate a la corrupción en Honduras.
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¿Dónde nació Lester Ramírez?
Nací el 29 de enero de 1976, en la ciudad de Danlí, departamento de El Paraíso.
¿Quiénes son sus padres?
Mi madre es una docente (ya jubilada), del Sistema de Educación Pública. Dio clases por varios años en el Instituto Central Vicente Cáceres. Mi padre es Ingeniero Agrónomo del Zamorano.
¿Cuántos hermanos tiene?
Tengo tres hermanos, yo soy el mayor de todos. Mis hermanos viven afuera del país. Uno de mis hermanos es piloto de Aviación Comercial. Mi hermana trabaja en el Sistema Financiero de Estados Unidos y mi otro hermano trabaja en Logística.
¿Cómo fue su infancia?
Vivimos en Estados Unidos por un tiempo porque mi padre se ganó una beca para estudiar. Desde muy temprana edad me dieron la responsabilidad de cuidar a mis hermanos, porque mi madre trabajaba, y desde muy temprana edad me enseñaron el valor y la disciplina.
¿Cuál es uno de los mejores recuerdos que tiene de su infancia?
Los recursos son de mis padres apoyándome en mis proyectos de jugar fútbol. Después que vinimos de Estados Unidos vivimos en El Zamorano porque mi papá era profesor y uno de los recuerdos fue ver el cometa Halley en 1986. Salimos a las cuatro de la mañana y vimos el cometa.
¿En dónde realizó sus estudios?
Parte de mi primaria la hice en los Estados Unidos, después cuando regresamos a Honduras en 1985 estudié en la Elvel School, allí terminé mi primaria y secundaria. Después, me matriculé en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), y me gradué de Derecho en 1999.
Trabajé dos años en el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), y apliqué para estudiar en una universidad de Holanda, en donde saqué una maestría en Negocios Internacionales.
Regresé a Honduras en el 2002 y comencé a trabajar en consultorías y el Programa Nacional de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); me reclutó para formar parte de su Centro de Negocios. Allí trabajé por seis años.
Salí del PNUD porque se me otorgó una beca para estudiar un doctorado en Ciencias Políticas y de la Administración Pública en una Universidad de Madrid.
¿Cómo llega a ASJ?
El PNUD me buscó para que les ayudara en el proyecto de «La Comisión de la Verdad y la Reconciliación». Y allí conozco personas que conocían de ASJ, yo no sabía de ellos.
Y me dijeron que habían personas en ASJ que estaban interesadas en hacer un estudio de las licitaciones de medicamento porque estaban preocupados por las compras de emergencia que se estaban dando. Ese estudio lo hice en el 2010.
En el 2015, Carlos Hernández, de ASJ, me pide que le ayude en el diseño de un acuerdo que se iba a firmar con el Gobierno de Juan Orlando Hernández, que es el acuerdo de «Transparencia Internacional».
Después de eso me ofrecieron quedarme en la organización para realizar estudios para la ASJ; y desde el 2015 trabajo en la ASJ.
¿Cuál es la verdadera función de la ASJ?
La función institucional es que la ASJ busca es que el sistema público sea justo, o sea busca la justicia social; especialmente para las personas más vulnerables del país.
¿De dónde provienen los fondos para que ASJ funcione en el país?
La ASJ se mantiene a través de fondos de la cooperación de Estados Unidos, a través del departamento de Estado. También tenemos muchos fondos de donante privados; porque la ASJ es una organización religiosa. Además, muchos de los que trabajamos en ASJ somos donantes, damos parte de nuestro salario.
Yo lo hago porque creo tanto en el proyecto de la ASJ para apoyar a la organización. También hay cooperantes de Europa como ser de suecos, de Italia y muchos más.
¿Hasta dónde pretende llegar estando en ASJ?
Estoy muy feliz donde estoy ahora mismo. Lo que quiero es que el país y especialmente las personas que más necesitan de los servicios, seguridad y políticas públicas sean beneficiados. He tenido muy buenas oportunidades en la vida, pero he sido una persona que no se me han dado las cosas gratis.
He aprendido a valorar las cosas de la vida; mis estudios y carrera profesional lo demuestran. Entonces quiero devolver lo que he obtenido a Honduras de vuelta.
¿Tiene aspiraciones políticas?
No, no tengo aspiraciones de tener un puesto político. Trabajo con la clase política, pero por un lado entiendo que hay que hacer muchos compromisos en la política que significa en muchas veces dejar por un lado sus principios morales. Si la política fuera un poco más limpia y para beneficios colectivos en vez de personal sí podría ser político.
¿Hay bastante corrupción en la política de Honduras?
Hay mucha desconfianza y esa desconfianza proviene de la corrupción. Se necesita una persona con un estómago muy especial para trabajar en política; y yo creo que no tengo ese estómago.
¿Está casado?
Sí, llevo 13 años de casado y tengo una niña.
¿Cuál es su comida favorita?
Las pastas y la comida mediterránea.
¿Qué tipo de música escucha?
Escucho de todo especialmente música de los 80 y 90; excepto reggaetón, cumbia, ballenato.
¿Cómo es en la intimidad de su hogar?
Con mi hija soy bien bromista, pasamos jugando, y con mis esposa la conocí en el trabajo, entonces hemos sido colegas por muchos años. Ella comparte muchos mis valores de justicia y apoyo a los más necesitados.
¿Cuáles son las actividades que más le gusta hacer con su familia?
Viajar, nuestro trabajo es un poco estresante, entonces salimos de la cotidianidad. Para Semana Santa tenemos planeado ir a Trujillo y Guanaja.
¿Cuál es su mensaje a la juventud hondureña?
Lo fundamental para la juventud es que no sean indiferentes, critiquen a los partidos políticos, pero jamás a la democracia; hay que protegerla porque eso es la que nos da los derechos para defendernos en la vida.
