El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, asistió ayer martes a la Asamblea General de la ONU, donde mostró en vivo y en directo la resistencia de su pueblo. Hizo un ruego al acabar su discurso ante la Asamblea.
“Escuchadme”, suplicó. “Rusia empuja al mundo a la guerra final. Ucrania está haciendo todo lo posible para garantizar que, después de la agresión de Rusia, nadie en el mundo se atreverá a atacar una nación, el armamentismo debe ser contenido, los crímenes de guerra deben ser castigados”, afirmó.
Zelenski, advirtió que Rusia utiliza todo como arma, desde los alimentos o el secuestro de niños –“esto es un genocidio, se sirve del odio”– a la energía.
“Rusia está convirtiendo la energía nuclear en un arma. No solo está difundiendo su poco confiable tecnología de construcción de centrales nucleares, sino que está convirtiendo las plantas de energía de otros países en verdaderas bombas sucias”, dijo.
Nota relacionada: Al menos 17 muertos y más de 30 heridos deja ataque ruso en Ucrania
Apoyo de Biden
Por la misma tribuna, el presidente estadounidense Joe Biden, utilizando el mismo mensaje que Zelenski, dejó claro que seguirá del lado del país agredido.
«Rusia cree que el mundo se va a cansar y les van a dejar destruir Ucrania sin consecuencias», dijo Biden.
«Si dejamos que Ucrania resulte desmembrada, a otros países les puede ocurrir lo mismo», añadió el mandatario estadounidense.
Ucrania siempre ha encontrado en la Asamblea General un gran apoyo, con la aprobación por amplia mayoría de varias resoluciones, ante la imposibilidad de hacerlo en el Consejo de Seguridad por el veto de Rusia, uno de los cinco miembros permanentes.
Pero en un mundo fragmentado y acosado por los conflictos en varias partes del mundo y las crisis – covid-19, clima, migración, pobreza, desigualdad o carestía de la vida- muchos países en desarrollo quieren pasar página, y abogan por una paz negociada.