Tegucigalpa, Honduras. El Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF) aprobó el Acuerdo Número 029-2024, publicado en el diario oficial La Gaceta, el cual establece una veda forestal de 30 años para las especies de caoba en los bosques naturales de Honduras, prohibiendo la tala y el aprovechamiento de productos y subproductos de esta madera.
La veda entró en vigencia el 9 de julio de 2024 y se extenderá hasta 2054, con el objetivo de evitar la pérdida de la especie. La caoba, actualmente amenazada por la tala y el tráfico ilegal, se encuentra en riesgo de extinción si no se adoptan medidas drásticas.
En su hábitat natural, las especies de caoba han sufrido extracción y tráfico ilegal debido a su alto valor económico y calidad. Redes vinculadas al crimen organizado y al narcotráfico han aprovechado estas circunstancias, utilizando rutas de drogas y ganado para traficar caoba, especialmente en la zona oriental y litoral del país.
La declaración de veda forestal abarca las especies de caoba «Swietenia macrophylla» y «Swietenia humillis», y se aplica en todo el país, sin importar la naturaleza jurídica de la tenencia de la tierra.
Vea también: Piden comisión para intervenir el ICF y detener explotación de madera
Sanciones
El corte o aprovechamiento de caoba en bosques naturales durante la veda es considerado un delito. Las penas van de tres a seis años de cárcel, además de agravantes según los artículos 325 y 330 del Código Penal.
El ICF promueve una productividad sostenible mediante plantaciones forestales, las cuales deben contar con una Certificación de Plantación Forestal (CPLANTA) emitida por la institución. Estas plantaciones pueden establecerse y manejarse como plantaciones puras o bajo sistemas agroforestales, incentivando así la recuperación forestal y el uso sostenible de productos forestales.
Las excepciones a la veda incluyen aprovechamientos de caoba que cuenten con un Certificado de Plantación (CPLANTA) aprobado por el ICF.
En Honduras, el Inventario Nacional Forestal (INF) revela una situación crítica para la caoba debido a su baja densidad, frecuencia y dominancia.
