AFP. El Vaticano anunció el martes su decisión de exculpar al cardenal canadiense Gérald Cyprien Lacroix de sospechas de agresión íntima en su país, basándose en un informe encargado por el papa a un antiguo juez de Quebec.
«El informe no identifica ningún acto de mala conducta o abuso por parte del cardenal Gérald Cyprien Lacroix», indicó el Vaticano en un comunicado.
«En consecuencia no se prevé ningún otro procedimiento canónico» contra este estrecho asesor del papa Francisco, precisó la misma fuente.
Gérald Cyprien Lacroix, de 66 años, es sospechoso de «tocamientos» a una menor en el marco de una demanda colectiva contra más de un centenar de miembros de la diócesis de Quebec.
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-Antecedentes-
Según el documento judicial consultado por AFP, Lacroix, arzobispo de Quebec desde 2011 y cardenal desde 2014, habría «tocado» a una menor en el momento de los presuntos delitos, entre 1987 y 1988.
Fue el propio papa Francisco quien pidió al juez André Denis «llevar a cabo una investigación sobre los hechos, las circunstancias y la imputabilidad del presunto delito«. La petición fue a través de una carta dirigida al magistrado en francés con fecha del 8 de febrero.
El juez Denis, jubilado del tribunal superior de Quebec, dirigía la comisión que investigaba al clérigo francés Joannes Rivoire, de 93 años, acusado de agredir de manera íntima a jóvenes en Canadá en los años 1960.
Aceptó la misión precisando que que iban a «someter el informe al papa Francisco, que decidirá qué medidas tomar».
La investigación canónica preliminar llevada a cabo por el magistrado terminó el 6 de mayo de 2024. Luego, se comunicaron las conclusiones al Santo Padre «en los días siguientes», informó el Vaticano el martes.
El cardenal Lacroix es uno de los nueve miembros del C9, el consejo de cardenales creado por el papa Francisco para asistirle en el gobierno de la Iglesia. Dicho grupo se reúne periódicamente en el Vaticano.
Gérald Cyprien Lacroix negó las acusaciones contra él. «Nunca realicé un gesto inapropiado hacia nadie, sea menor o adulto», declaró a finales de enero. A su vez, manifestó estar «muy afectado por la amplitud del daño causado por estas acusaciones infundadas».
El prelado había anunciado «un retiro temporal para evaluar mejor los próximos pasos a dar», pero seguía siendo miembro del C9.