Tegucigalpa. Tres policías que agredieron y torturaron a cuatro defensores de derechos humanos el pasado 8 de septiembre del año 2017 en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en Tegucigalpa, quedaron absueltos.
El sobreseimiento dictado para los uniformados por dictado en los Juzgados de Letras de lo Penal de Francisco Morazán.
Lo determinado, es considerado como una peligrosa resolución.
Determinando que la misma, coloca en más riesgo a los defensores y defensoras de derechos humanos en Honduras.
Lo anterior fue catalogado por parte de la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos, ASOPODEHU.
Los oficiales, Juan Manuel Aguilar Godoy (Sub Comisionado) y Félix Adrián Colindres.
También, Marlon Agustín Vásquez Palma (SubComisionado) fueron acusados por el Ministerio Público. Los delitos que se le imputaban, abuso de autoridad.
De igual forma, violación de los deberes de los funcionarios, lesiones, detención ilegal y torturas.
A criterio de la ASOPODEHU, durante todo el proceso la jueza mostró parcialidad para favorecer a los oficiales.
Por lo que, les permitió privilegios que no gozan otros imputados como el uso de sus teléfonos celulares desde los cuales tomaban videos y fotografías a defensores de derechos humanos que llegaron a observar las audiencias.
Los defensoras de derechos humanos agredidos por los uniformados, Carlos del Cid, del Observatorio Ecuménico Internacional de Derechos Humanos; María Tomasa Morales, de la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos (ASOPODEHU); Ariel Díaz del Centro para la Investigación y Promoción de los Derechos Humano (CIPRODEH) y Hedme Castro de ACI-Participa.
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Los hechos
La labor de los mencionados ese día era proteger a ocho estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras a quienes la policía pretendían detener ilegalmente.
Los abusos cometidos fueron de tal magnitud que provocó lesiones físicas y sicológicas contra los afectados.
Los dictámenes médicos tomados por Medicina Forense dejaron claro que había lesiones en Carlos del Cid, en uno de sus ojos, que le incapacitaron por 14 días y le dejaron lesiones irreversibles, mientras que Morales tenía parte de su cuerpo quemado por los gases lacrimógenos y golpes en sus piernas, además de una afectación en su rostro por los químicos.
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