FARÁNDULA. El creador de contenido, conocido como Supremo, sorprendió a los niños en La Ceiba, Atlántida, con varios juguetes como regalo de Navidad.
A través de sus redes sociales, el también cantante mostró el momento en que llegó a un sector de La Ceiba para llevar alegría a los más pequeños en estas fiestas navideñas.
Supremo llegó con cientos de juguetes para obsequiarlos a los niños y dibujar sonrisas en sus rostros. «Yo me siento afortunado de sacar sonrisas a los niños porque Dios me bendice y eso me llena de alegría», escribió el tiktoker en sus redes sociales.
Los niños se formaron en una fila para obtener su juguete y al final de la noche Supremo regaló más juguetes a los familiares de niños que no estuvieron presente.
Por otro lado, el creador de contenido decidió regalarle ropa a un infante de escasos recursos a quien encontró con su padre en un mercado. «Hoy ando como Santa Claus», dijo Supremo al momento de informarle al niño que le compraría la ropa para que estrene este 24 y 31 de diciembre.
Supremo a su mamá: «Haré el ridículo para que no te falte nada»
Hace unas semanas, Supremo le envió un tierno mensaje a su madre, pues ha confesado sentirse agradecido por todo el esfuerzo que su progenitora ha hecho para sacarlo adelante a él y sus hermanas.
El también cantante ha sufrido múltiples criticas de internautas que se burlan de su contenido y le repiten que solamente hace el ridículo.
Ante ello, Supremo aseguró que lo seguirá haciendo, pues así es como sostiene a su familia y puede tener comodidades.
En una historia, donde aparece dándole un beso en la frente a su mamá, Supremo le aseguró que ahora le toca a él darle todo lo que ella necesite. «Mientras yo tengo vida, haré el ridículo para que no te falte nada, aún recuerdo que ni comías para que yo y mis hermanas nos hartáramos. La mejor madre del mundo», escribió el ceibeño.
Anteriormente, el tiktoker ha manifestado que ha deseado regalarle todo lo posible a su madre y es que recuerda cómo ella entregó todo su tiempo para llevarles comida a casa.
