Redacción. A más de una semana del inicio del caos, la pesadilla de cientos de hondureños varados en el aeropuerto de Barajas y otras zonas de la capital española sigue sin resolverse del todo.
Las cancelaciones de vuelos por parte de la aerolínea Iberojet no solo han dejado a más de mil personas atrapadas en Europa sin asistencia clara, sino que han destapado una crisis más profunda: la vulnerabilidad del ciudadano migrante frente a empresas privadas y la limitada capacidad de reacción del Estado hondureño.

La situación se ha convertido en una bola de nieve. Lo que comenzó el 21 de junio con la cancelación del vuelo MAD-XPL E9805, se extendió con nuevas suspensiones los días 25 y 28 del mismo mes.
En total, seis operaciones, tres de ida y tres de regreso, fueron eliminadas del itinerario de la aerolínea sin explicación clara ni medidas compensatorias efectivas.
“Nos llevaron en buses sin decirnos adónde. Al llegar al hotel, no teníamos reserva. A muchos compatriotas los trasladaron en busitos de un lugar a otro porque no encontraban hoteles disponibles”, denunció Annette Reyes, una hondureña afectada, en conversación con Diario Tiempo.
Un problema que no es solo técnico
Iberojet emitió dos comunicados en los que atribuye las cancelaciones a “motivos ajenos a su voluntad” y promete reubicación con las mismas condiciones. No obstante, la falta de ejecución ha provocado que la indignación crezca.
“Había personas con el pase de abordar en la mano a quienes les cancelaron minutos antes del vuelo. Otras no tenían ni para comer”, relató Reyes. “Nos han tratado como ciudadanos de segunda”.
Según el cónsul de Honduras en Madrid, Jairo Velásquez, “fuimos alertados de que estaban ocurriendo estos retrasos que, en su momento, afectaron a más de dos mil personas.
«Afortunadamente, se logró reanudar algunos vuelos, y el número de pasajeros varados se redujo a la mitad”. Sin embargo, más de mil hondureños continúan esperando una solución concreta.

Velásquez detalló que el problema se originó por una falla técnica en una aeronave de Iberojet, lo que generó una cadena de cancelaciones. La aerolínea intentó resolver alquilando otro avión, pero este tampoco cumplió con las expectativas, manteniendo a los pasajeros en un limbo.
Gobierno asegura gestiones al “más alto nivel”
El vicecanciller Antonio García también se pronunció sobre la crisis, asegurando que “se ha hecho todo lo que se puede hacer en un país extranjero. La presidenta se comunicó directamente con los directivos de la línea aérea”.
García explicó que Iberojet enfrenta dificultades operativas específicas con la ruta hacia Honduras. “Nos dicen que es un solo avión el que genera problemas, pero que no se puede sacrificar únicamente la ruta a Honduras. Estamos en constante comunicación exigiendo una solución”.

Respecto a las denuncias de abandono institucional, afirmó: “Hemos estado presentes. Nos preocupa profundamente lo que están viviendo. Estamos exigiendo reparación inmediata y acompañando a quienes lo necesitan”.
Según la aerolínea, será hasta el próximo 5 de julio que una nueva aeronave esté habilitada para reanudar los vuelos con normalidad.
La ley está, pero no se cumple
Para el abogado Graco Pérez, experto en migración, este caso revela una alarmante desprotección. “La normativa europea CE 261/2004 obliga a las aerolíneas a reubicar a los pasajeros, dar hospedaje, comida y compensación. Eso no se está aplicando adecuadamente”, indicó.
Criticó además la falta de acción legal por parte de la embajada: “¿Dónde están los abogados del consulado exigiendo el cumplimiento de la ley? Hay gente sin dinero, sin cómo trasladarse o reclamar”.

Desde su perspectiva, “esto sienta un mal precedente. Si no hay presión legal ni diplomática, cualquier aerolínea puede hacer lo mismo y dejar a los migrantes tirados”.
Vulnerabilidad al desnudo
Muchos de los hondureños afectados son trabajadores temporales que ya habían concluido sus contratos en España. “Algunos enviaron sus últimos euros a Honduras, seguros de que ya regresarían, sin imaginar que sus vuelos serían cancelados”, relató Annette Reyes.
La situación también afecta a personas con enfermedades crónicas, menores de edad y adultos mayores. “Este no es un caso aislado. Es una crisis humanitaria que requiere atención inmediata”, opinó Pérez.

Por otra parte, el embajador Marlon Brevé informó que ya se han sostenido reuniones con Iberojet y que la presidenta Xiomara Castro fue informada de la situación.
Entre la ayuda ciudadana y el abandono oficial
En ausencia de una respuesta institucional clara, ciudadanos hondureños residentes en España han organizado redes de apoyo para repartir comida, ofrecer alojamiento temporal y acompañamiento legal.
“Recibimos más respaldo del pueblo y de las autoridades españolas que del propio gobierno hondureño. Incluso la policía de España nos ayudó más que los funcionarios de nuestro país”, afirmó uno de los hondureños afectados.

Muchos acusan al gobierno de actuar con pasividad. “Una llamada o un comunicado no es suficiente. Necesitamos presencia, una oficina de respuesta rápida. No puede ser que cada quien ande con su maleta sin saber qué hacer”, lamentó otra pasajera.
¿Una solución en camino?
Tanto el vicecanciller como el cónsul Velásquez coinciden en que la situación podría comenzar a normalizarse en los próximos días, una vez que la nueva aeronave entre en operaciones. Pero para quienes ya perdieron sus trabajos, compromisos o incluso la esperanza, la solución llega tarde.
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Mientras tanto, las imágenes de familias enteras deambulando por el aeropuerto de Barajas han evidenciado la fragilidad del sistema de atención ante este tipo de crisis. Se espera que tanto las autoridades de Iberojet como del gobierno de Honduras encuentren una solución pronta para que los hondureños puedan regresar a su país.