ESTADOS UNIDOS. La investigación del fiscal especial estadounidense Robert Mueller, no encontró pruebas que apunten a que «la campaña de Trump o ninguna de las personas relacionadas con ella conspiraran o se coordinaran con Rusia en sus esfuerzos por influir en las elecciones de 2016 en EEUU», según un resumen de las conclusiones de la investigación presentado por el fiscal general William Barr.
Según el resumen, las pruebas manejadas por la investigación de Mueller no demostraron que el presidente estuviera involucrado «en un crimen subyacente relacionado con la interferencia electoral rusa».
Por otra parte, el informe del fiscal especial indicó que la campaña de Trump recibió «múltiples ofertas» de asistencia por parte de personas «vinculadas» a Rusia.
En primer lugar, el documento acusó a una organización localizada en Rusia, la Agencia de Investigación de Internet (IRA, por sus siglas en inglés), de llevar a cabo «desinformación y operaciones de redes sociales». Esto para sembrar la discordia social.
En segundo lugar, alega que los piratas informáticos rusos obtuvieron correos electrónicos de los asociados de Hillary Clinton; los difundieron «a través de varios intermediarios, incluido WikiLeaks».
Asimismo, Moscú rechazó en reiteradas ocasiones las acusaciones sobre su supuesta injerencia en las elecciones presidenciales en EE.UU. recordando que no hay ninguna prueba que apoye estas alegaciones.
Por su parte, el fundador de WikiLeaks, Jullian Assange, aseguró que «los cientos de miles de correos electrónicos de Clinton publicados por WikiLeaks no fueron hackeados. Sino obtenidos del Departamento de Estado de EEUU. Esto mediante la Ley de Libertad de Información el 3 de marzo de 2016».
Las pruebas no fueron suficientes
Por otra parte, en cuanto a si Trump intentó obstruir la investigación, Mueller se mostró ambiguo en su informe. Barr aseguró que el fiscal especial indica en el documento que «si bien este informe no concluye que el presidente cometiera un delito. Tampoco lo exonera».
Además, Barr señaló en su carta que él y el vice fiscal general Rod Rosenstein, concluyeron que las pruebas obtenidas durante la pesquisa no fueron suficientes. Esto para establecer que el presidente cometiera un delito de obstrucción de la Justicia.
El resumen del fiscal general reveló el alcance de la investigación realizada por el equipo de Mueller. Emitió más de 2.800 citaciones, cerca de 500 órdenes de registro y entrevistó a unos 500 testigos.
Tras conocerse el resumen presentado por Barr, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, subrayó que Mueller no encontró pruebas de «ninguna colusión». Ni tampoco de «ninguna obstrucción»; el fiscal y el vice fiscal general «determinaron, además, que no había obstrucción».
En este sentido, Sanders calificó las conclusiones del informe de «exoneración total y completa» del presidente de EE.UU.
También, el propio mandatario se prenunció sobre el asunto a través de su cuenta de Twitter. «No hay colusión ni obstrucción, exoneración total y completa, ¡Sigamos haciendo grande a América!», escribió.
