REDACCIÓN. El Papa Francisco habló acerca de la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. En una entrevista publicada por el diario El País de España. El Papa habló sobre la desigualdad, la mujer, la situación de América Latina y muchos otros temas.
«Asustarme o alegrarme por lo que pueda suceder. Creo que podemos caer en una gran imprudencia. En ser profetas o de calamidades o de bienestares que no se van a dar, ni una ni otra. Se verá. Veremos lo que hace y ahí se evalúa» expresó el pontífice.
Consultado sobre si le preocupa lo que ha hecho hasta ahora Trump, el Papa remarcó: «Espero. Dios me esperó a mí tanto tiempo, con todos mis pecados.»
Fragmentos más destacados del Papa en la entrevista
El peligro en momentos de crisis. Busquemos un salvador que nos devuelva la identidad y defendámonos con muros. Con alambres, con lo que sea, de los otros pueblos que nos puedan quitar la identidad. Y eso es muy grave.
Cambiar a los 76 años es maquillarse. Por ahí no puedo hacer todo lo que quiero, pero el alma callejera está y ustedes lo ven.
Le tengo más miedo a los anestesiados que a los dormidos. A aquellos que se anestesian con la mundanidad. Una Iglesia que no es cercana no es Iglesia. Es una buena ONG.
Siempre en el restaurante de la vida te ofrecen platos de ideología. Siempre. Uno puede refugiarse en eso. Son refugios, que te impiden tocar la realidad.
Cada país tiene derecho a controlar sus fronteras. Quién entra y quién sale. Y los países que están en peligro de terrorismo o cosas por el estilo tienen más derecho a controlarlas más. Pero ningún país tiene derecho a privar a sus ciudadanos del diálogo con sus vecinos.
Hoy día Latinoamérica está sufriendo un fuerte embate de liberalismo económico fuerte.
El usufructo de la mujer es de las cosas más desastrosas que suceden, también aquí, en Roma. La esclavitud de la mujer.
Hay gente que me ha usado. Ha usado fotos. Como si yo hubiese dicho cosas y cuando me preguntan, siempre respondo: no es problema mío, no hice declaraciones. Si lo dijo él, es problema de él. Pero no entro en el juego del uso. Allá él con su conciencia.
El papel de la mujer no hay que buscarlo tanto por la funcionalidad. porque así vamos a terminar convirtiendo a la mujer, o al movimiento de la mujer en la Iglesia, en un machismo con faldas. concluyó.
