Redacción. El Papa Francisco animó a la Iglesia católica y a sus fieles a seguir hablando de paz a quien quiere guerra, y de acogida a quienes cierran las puertas durante la misa de este día.
Un domingo en el que, además, el Santo Padre —durante el rezo del Regina Coeli— ha invitado a los gobernantes a «abrir puertas de paz» y a tener la «valentía de cumplir gestos de diálogo» ante las tantas guerras del mundo.
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El pontífice centró su mensaje dominical en el Espíritu Santo, cuya revelación se conmemora en Pentecostés. De igual manera, inauguró que ello pueda «crear armonía en los corazones, en las familias, en la sociedad y en el mundo entero».
«Que el Espíritu haga crecer la comunión y la fraternidad entre cristianos de las distintas confesiones. También done a los gobernantes la valentía de cumplir gestos de diálogo, que conduzcan a poner fin a las guerras», dijo desde la ventana del Palacio Apostólico.
Muchas guerras
Francisco lamentó que las guerras sean «muchas» actualmente. Así mismo, aludió a Ucrania, sobre todo a la ciudad de Járkov, y a Tierra Santa, Palestina e Israel.
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«Pensemos en tantos lugares donde hay guerras. Que el Espíritu lleve a los responsables de las naciones y a todos nosotros a abrir puertas de paz», proclamó ante los cientos de fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro del Vaticano.