Redacción. Una ciudad del sur de California, en Estados Unidos, acordó pagar $900,000 a un hispano que sufrió un colapso mental tras ser interrogado por 17 horas por detectives que lo obligaron a confesar el supuesto asesinato de su padre, incluso cuando éste estaba vivo.
Thomas Pérez jr. fue detenido por la Policía de Fontana luego de la desaparición de su padre, de 71 años de edad, quién salió a caminar con el perro de la familia la noche del 7 de agosto de 2018, pero no regresó.
Los investigadores no creyeron la historia del hispano y lo detuvieron para, supuestamente, encontrar la verdad. Durante las 17 horas de interrogatorio policial, los detectives le dijeron falsamente a Pérez jr. que habían encontrado muerto a su padre y que su cuerpo estaba en la morgue.
“Tiene una etiqueta en el dedo del pie”, aseguró el detective, según los documentos judiciales citados por el periódico de Orange Register, que reveló la historia.
Falso asesinato de su papá
Pérez insistió en que no recordaba haber matado a nadie, pero los detectives
le dijeron que la mente humana a menudo intenta suprimir recuerdos estresantes.
El hispano fue presionado de tal manera que le aseguraron que tenían pruebas de que
había cometido el asesinato. Incluso, lo amenazaron con sacrificar a su perro. Finalmente,
Pérez jr. confesó que había matado a su padre tras una discusión.
Pero el padre de Perez jr. no estaba muerto, fue encontrado ese mismo día en el
Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. El hombre había olvidado en su casa su cartera y
el teléfono.
Sin embargo, las autoridades no le dijeron al hispano sobre el error y lo llevaron a un
hospital psiquiátrico después que intentara suicidarse con el cordón de sus pantalones.
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Pérez se angustió tanto por el interrogatorio de los policías que se arrancó el pelo y la ropa. El abogado Jerry Steering, que representó a Pérez en la demanda, dijo al periódico que en los 40 años de presentar litigios contra abusos policíacos, “nunca había visto ese nivel de crueldad deliberada por parte de la policía”.
La ciudad acordó pagar $900,000 para culminar con la demanda para no llevar a juicio el caso. A pesar de que a Pérez lo liberaron después de una observación psiquiátrica de tres días, las secuelas emocionales de este episodio traumático son evidentes. La policía no ha comentado sobre el caso, pero tres de los oficiales involucrados siguen en servicio mientras que uno se ha retirado.
Fuente: El Nuevo Herald