El próximo martes estarían operando a Otoniel en Tegucigalpa

AYUDA: Cualquier aportación, puede depositar al número de cuenta de doña Dina Lazo Ríos en Banco Azteca: 09240108952596 o para más detalles puede llamar al número de ella: 9959-8529Para ayudas, también puedes llamar al número de la psicóloga Aracely Guevara: 99970311 o al correo del periodista jerson.trigueros@tiempo.hn

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David Otoniel

SAN PEDRO SULA. Tal parece que la vida de le dio un giro casi completo a David Otoniel y su familia, quienes gracias a la intervención de la psicóloga Aracely Guevara, solicitaron ayuda a Diario TIEMPO para dar a conocer a todos su triste historia y poder rescatar hasta ahora…a un milagro de Dios.

Lo último que se ha informado sobre este delicado caso, es que David Otoniel ya fue revisado por el doctor Cruz en al Fundación Ruth Paz, quien aseveró que el menor necesita una operación de inmediato, de lo contrario, podría fallecer.

Ante eso, el médico cirujano Víctor Paz, se aprestó se forma voluntaria para operar al niño en Tegucigalpa, capital de Honduras, lugar donde sería intervenido quirúrgicamente el próximo martes. Se supo además, que el niño cuenta aún con infecciones en su boca, lo que dificulta para operarlo, pero será el cardiólogo quien finalmente decida si se arriesga o no.

Cabe señalar que este tipo de operación es muy delicada, puesto que es en el corazón, de salir todo bien, viene el proceso de recuperación y de una nueva vida para el pequeño Otoniel.

Tras la publicación que el Diario realizó, muchas personas se solidarizaron con Otoniel, personas que radican en nuestro país, hondureños en Estado Unidos, restaurantes, fundaciones, centros hospitalarios, médicos, en fin…muchos fueron los que se unieron con Otoniel y su familia, angelito que necesita ser operado para seguir viviendo.

A LA ESPERA DE UN MILAGRO

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El infante recibió dinero, juguetes, ropa, comida, entre otras cosas, asimismo, si alguien no se ha sumado, aún está a tiempo, ya que con la ayuda de todos se espera poder salvarlo de la muerte.

El pequeño que radica en Brisas de Occidente, sector Cofradía, zona norte de Honduras, está esperando ser revisado por un médico especialista, así como sus padres esperan recibir ayuda económica por el costo de los exámenes y que con un buen tratamiento, su angelito pueda mantenerse con vida. Frente a esta situación y no contando con una importante suma de dinero, sus familiares apelan a la solidaridad y a la colaboración de todos los que quieran y puedan para conseguir el efectivo requerido.

“Le pedimos a Dios que toque el corazón de alguien, el niño nació sin una vena en el corazón, nos dijeron recientemente que lo que necesitaría es una válvula que está valorada en unos 80 mil lempiras, pero no tenemos el dinero, yo casi no trabajo, sólo lo hago como dos días a la semana.

DAVID, UN EJEMPLO DE VIDA

Tengo como 40 años de andar vendiendo aguacates en la calle, normalmente, los días que salgo a vender, es desde las 4:30 de la madrugada y regreso a las 11 de la mañana, porque ya no aguanto, siento que me ahogo, padezco de diabetes desde hace 15 años. Cuando he ido a buscar un poco de trabajo, me dicen que no porque soy una persona de la tercera edad y por ser viejito no me aceptan ni como guardia”, dijo don Benancio, hondureño de 69 años de edad y padre del menor.

Anónimos regalando sonrisas a Otoniel y su familia
Anónimos regalando sonrisas a Otoniel y su familia

Mientras tanto, doña Dina también vende aguacates, encargándose de los quehaceres del hogar durante la mañana y mediodía, ya por la tarde, a eso de las 3:30, sale con sus aguacates y consigo lleva a Otoniel en una moto de juguete, puesto que no puede caminar mucho porque se cansa y no se lo deja a su esposo, porque ella sabe perfectamente cómo accionar en caso de que le de una crisis. Ya eso de las siete de la noche regresa a la casa y en resumen, nos dijeron que unos 450 lempiras es lo que reúnen durante los pocos días de la semana que trabajan.

SOLIDARIDAD DE HONDUREÑOS CON DAVID

Ambos confesaron que hay ocasiones en las que no comen para que sus dos hijos se alimenten, pero cuando hay un poco de comida en casa y para todos, sólo hay para dos tiempos y lo que casi siempre hay es arroz y frijoles, aparte, el niño no come mucho debido al problema en el corazón. Cuando Otoniel recae, sus labios y manos se ponen de color morado, su inocente rostro luce pálido, sus manos muy delgadas y se desmaya. Entre lágrimas, doña Dina nos mencionó que el pasado viernes fue la última vez que Otoniel recayó y no puede olvidar lo que el angelito del hogar le dijo cuando ya se desmayaba: “¡Mami, mami, agárreme porque me caigo!”.

Otoniel sólo espera un milagro de Dios
Otoniel sólo espera un milagro de Dios