TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una contundente petición al Gobierno de Honduras hizo la Oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) orientada a la no presencia de militares en las manifestaciones programadas para las próximas horas.
Las actividades que se programaron para este viernes obedecen al décimo aniversario del golpe de Estado contra el ex presidente Manuel Zelaya Rosales. Cada año, los simpatizantes de su partido lo conmemoran, Libertad y Refundación (Libre).
En ese sentido, una agenda de actividades en protesta se trazaron para este 28 de junio, las cuales iniciaron en el aeropuerto internacional Toncontín desde las 10:00 de la mañana.
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Preocupación
Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos, expresó su temor por la presencia de elementos militares durante las protestas, porque su presencia podría agudizar la tensión durante las manifestaciones y, en lugar de prevenir la violencia, agraven la crisis.
«Lamentamos mucho la decisión que tomó la semana pasada el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Honduras de confirmar la práctica informal de utilizar a militares y a los servicios de inteligencia para llevar a cabo tareas de orden público», indicó la ONU.
Reporte de incidentes
Según se conoció, Bachelet recibió información en su oficina en Ginebra, Suiza, sobre varias manifestaciones. En estas, reprimieron a la población con gases lacrimógenos y municiones de bala. Destacando dos casos en específico: uno el 19 y otro el 24 de junio.
Sobre el primer caso, los militares agredieron a hondureños mientras estos hacían un bloqueo de carretera. Mientras que el segundo, se trata de los uniformados ingresando a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Esto ocasionó un fuerte enfrentamiento entre las fuerzas del orden y estudiantes de la máxima casa de estudios.
Este último, dejó como resultado a varios universitarios heridos. Uno con un disparo en su glúteo y otros con heridas de las esquirlas.
En ese sentido, la ONU consideró que la presencia de militares aumenta el uso excesivo de la fuerza. Tal y como ocurrió en las protestas postelectorales de 2017 en Honduras.
