Cortés, Honduras. A los dos años de edad, Jonathan Valerio -niño macheteado- ya conoce el dolor de la violencia. El martes, mientras descansaba en su cuarto (reside en Omoa), su tío lo atacó. Tiempo después se conoció que la motivación del agresor fue una venganza.
Según la hermana del agresor y madre del niño, Claudia Gisel Ríos, éste ingresó a la vivienda y quiso atacarla, pero ellá pudo librarse y sacar a su hijo menor. Sin embargo no le dio tiempo de salvar a Jonathan y Jesús Eduardo Calidonio le dio tres machetazos. Ella se refugió en la casa del vecino.
Más adelante, Calidonio huyó y hasta el momento sigue prófugo de la justicia. Las autoridades están buscándolo y hay una alerta por si ha cruzado las fronteras para llegar a Estados Unidos.
¿Pero qué provocó la acción desalmada? Según fuentes cercanas, Jesús Eduardo Calidonio fue golpeado horas antes en un río cercano por un hermano. Por lo que al llegar la noche, este quiso vengarse y fue a buscar a su agresor a la casa donde estaba el niño, pero no lo encontró. Tanta era su furia que se desquitó con Jonathan.
Antecedentes de violencia y adicción a la droga
Según dijo a medios de comunicación el padre de la víctima: Jonathan Reyes, quien no estaba en su vivienda cuando ocurrió el ataque, su cuñado ya ha tenido problemas por su consumo de drogas y alcohol.
Reyes afirma que Calidonio no tenía ningún problema con ellos. «Siempre llegaba allí (a la casa). Era tranquilo y luego se iba. No sabemos qué le pasó, andaba bien drogado».
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También confirmó que su cuñado ya había atacado -anteriormente- a un hombre y a una hermana con el machete. A esta última la agredió el año pasado. Por lo tanto es peligroso.
Reyes afirmó que la búsqueda de las autoridades está en pie. Y hay una alerta para que sea deportado si cruza a los países vecinos.
El menor está estable en el Catarino
Después de que Jesús Eduardo escapara de la casa de su hermana, ella -junto a algunos vecinos- regresó y vio a su pequeño hijo ensangrentado y debatiéndose entre la vida y la muerte. Gracias a la oportuna acción de llevarlo a una clínica privada del sector, es que pudieron atenderle las heridas a tiempo.
Al día siguiente (ayer) fue trasladado al Hospital Mario Catarino Rivas, en donde está ingresado y estable. El infante llegó con en el brazo izquierdo de 10 centímetros de largo, mientras que la del rostro tenía 4 centímetros. La profundidad de las tres era de cuatro centímetros. Pero a pesar de lo doloroso y grave del suceso, el pequeño sigue luchando.
Cabe mencionar que en ese centro asistencial, especialistas de cirugía y neurocirugía ya lo han evaluado. También le harán revisión los especialistas en ortopedia.
