TEGUCIGALPA. El apoderado legal de la familia Rosenthal, Marlon Duarte, denunció que la Oficina de Administración de Bienes Incautados (OABI) ha vendido ganado de alta genética que se encontraba en una de las propiedades aseguradas a esta familia a un precio inferior al valor tienen en el mercado.
La propiedad lleva el nombre de Lima Corral. Hay que decir que está ubicada a cinco minutos de la Base Aérea Coronel Armando Escalón en Lima, Cortes. Dicho bien fue asegurado a la familia Rosenthal en el año 2015. Por lo que ya lleva tres años siendo administrada por las autoridades de la OABI.
«En el caso de los Rosenthal la OABI manifestó que la propiedad estaba mejor manejada por ellos que por los Rosenthal», detalló Duarte. De acuerdo con lo declarado por Duarte, es lamentable que debido a las acciones por parte de este ente se pierda dinero y se destruyan los bienes.
«Es algo imposible, ellos manejan que tenían un inventario de 1100 cabezas de ganado; pero a este tiempo el crecimiento ha sido casi del 0.22%. Entonces, si se hace una conversión a lo que puede ser la producción de esta hacienda, deberían de tener entonces casi 2500 a 3000 cabezas de ganado», estableció.
SOBRE LA OABI
Además, es importante mencionar que Lima Corral es un rancho donde se manejaba la mayor cantidad de vientres de ganado de raza Brahman gris y rojo. También, donde servía para abastecer a la otras fincas.
Además de ser una Unidad de producción de ganado bovino que buscaban que sea de alta genética. Duarte aseguró tener pruebas documentadas de que «allí se vendieron vaquillas de alta genética en 15 mil o 12 mil lempiras».
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De igual manera, agregó que cómo es posible que una vaquilla de alta genética se va a vender como que la están vendiendo en canal; es decir, para carne. El abogado denunció lo anterior basándose en que los ganaderos en Honduras saben cuánto le puede llegar a costar un toro de alta genética.
Asimismo, explicó que cualquier productor recomienda no venderlas .“Tengo pruebas de a dónde fueron a parar las cabezas de ganado que vendieron, fueron funcionarios del Estado”, resaltó Duarte.
De acuerdo a las autoridades de la OABI el ganado fue separado en categorías para realizar su venta
Luis Alberto Fonseca, jefe de ganadería de la Secretaria de Ganadería y Agricultura (SAG) a nivel nacional, indicó que ellos recibieron instrucciones del presidente Juan Hernández. Lo anterior, para que apoyaran a mantener el valor de estos bienes.
En ese sentido, aclaró que para realizar la venta de estos animales «nosotros hicimos una clasificación de categorías»:
- Categoría A que son los sementales de alto valor genético.
- Mientras que las categorías B y C son animales de descarte.
A criterio de Fonseca, estos últimos «no reúnen en la forma fenotípica que es lo que se mira externamente de un animal. Además, que lleve el patrón que está establecido por los creadores a nivel nacional». A raíz de estas clasificación ellos determinaron el precio de cada animal.
Por su parte, el director de la OABI, José Luis Andino, expuso que era necesaria la venta de estos animales. Lo anterior, para continuar con el mantenimiento de la propiedad. También que era parte de la toma de decisiones que realiza la OABI. Esto, para buscar resultados; aunque asegura que no siempre son buenos. Sin embargo, no dejaron claro ni respondieron la pregunta del abogado Duarte. Esto, en cuanto al precio que están vendiendo animales de alta genética.
«Lo que nosotros estamos haciendo es conservar el valor de los bienes. Pues esos animales de genética se venden para financiar las operaciones del mismo fideicomiso que reitero, nosotros no recibimos dinero para poder sostenerlo», señaló.
“A la OABI le entregan los bienes; pero no le entregan el capital con que eran manejados estos bienes”, concluyó.
Irregularidades en la OABI
“Nosotros hemos venido denunciando que en la OABI se han cometido una serie de irregularidades que no entendemos”, denunció Duarte.
Por su parte, demandó que la OABI ha vendido más de 10 mil millones de lempiras. Esto, en relación a bienes sin finalizar el proceso judicial. «200 cabezas de ganado se vendieron sin la autorización de la dirección ejecutiva de la OABI».
Según Duarte, para que exista un mejor control sobre los bienes que tiene a su cargo, la OABI necesita reforzar la supervisión en cuanto a la función que ejerce.
Otra de las irregularidades es que «se habla de la sustracción de expedientes. Así como de un guardaespaldas se metió a los archivos y sustrajo documentos de la propias oficinas de la OABI», reveló Duarte. En ese sentido, cuestionó la falta de transparencia de este proceso, si en un informe se habla de la sustracción de información de la OABI.
