Tegucigalpa, Honduras. – Un extenso grupo de reclusos protagonizó un amotinamiento este sábado en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, ubicada en la aldea de Támara, departamento de Francisco Morazán.
De acuerdo a fuentes ligadas al presidio, los privados de libertad exigen la reanudación de las visitas de sus familiares.
El nuevo amotinamiento
Cabe recordar que los privados de libertad de este centro penal acumulan un mes de no recibir ningún tipo visitas. Esto debido a que el Instituto Nacional Penitenciario (INP) suspendió las mismas ante la necesidad de endurecer medidas de seguridad.
En ese sentido, las autoridades tomaron la determinación de restringir las visitas de familiares en los centros penales. Estos no podrán visitar a sus parientes hasta cumplir una serie de requisitos que les permita registrarse a través de un carnet.
Los presidiarios no han sido los únicos en mostrar su disconformidad con las nuevas medidas. Asimismo, en las afueras del centro penal, algunos familiares de los privados de libertad protestan ante las nuevas disposiciones.
Los allegados de los privados de libertad que permanecen internos en Támara han expresado su malestar en reiteradas ocasiones. Especialmente, por la cantidad de requisitos que deben de cumplir para adquirir el carnet de visitas.
La situación tiene desesperados tanto a familiares como a los privados de libertad. Por consiguiente, los reclusos han decidido tomar medidas y presionar a las autoridades para que agilicen los trámites.
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Crisis en los centros penales de todo el país
Ante los disturbios, miembros de la Policía Nacional, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) y el escuadrón antimotines intervinieron en el asunto. Los órganos de seguridad se encuentran en las afueras de la Penitenciaria Nacional para tomar el control de la situación.
Cabe resaltar que el pasado jueves, las autoridades penitenciaras informaron de otro amotinamiento. Un incidente que tuvo lugar en el centro penal de El Progreso, ubicado en el departamento de Yoro.
Al igual que el motín de este sábado en Támara, ese enfrentamiento entre los privados de libertad y guardias penitenciarios se suscitó a raíz de la cantidad de requisitos que piden a los familiares para ser registrados como visitantes.
De igual modo, se reportó que la protesta de los reclusos se generó por problemas alimenticios. Según informes, los presidiarios se sientes perjudicados ante la mala calidad de la comida que reciben en el centro penal.
Asimismo, hace exactamente una semana, decenas de reos se amotinaron en la cárcel de El Porvenir en Francisco Morazán. Estos protagonizaron un intento de fuga e incluso se subieron a los techos del centro carcelario tratando de escapar.
