Bala perdida acaba con los sueños de niña hondureña en Miami

La niña estaba junto a su padre y hermano en un estacionamiento al frente de un restaurante.

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MIAMI, FLORIDA. Justamente a un día del inicio de clases en Jacksonville, una niña hondureña de tan solo siete años de edad falleció tras recibir el impacto de una bala perdida.

El hecho sucedió el sábado pasado y se trata de Heydi Rivas Villanueva, quien esperaba por su madre junto a su padre y hermano en un estacionamiento al frente de un restaurante.

De acuerdo a relatos, dos hombres se acercaron a otro vehículo y tuvieron una discusión. Testigos dijeron que en cuestión de segundos se oyeron tiros. La niña fue baleada en la cabeza cuando los hombres pasaban por el vehículo de su familia.

Investigación

La Oficina del Sheriff de Jacksonville publicó en las últimas horas varias fotos y videos de vigilancia relacionados con el caso.

En las imágenes se observan los rostros de los sospechosos que presuntamente dispararon el arma.

Familiares y vecinos hicieron un altar en el estacionamiento. Según fuente, los padres pasaron el fin de semana comprando lo que la niña necesitaba para iniciar las clases.

Por otro lado, las autoridades locales pidieron colaboración a los vecinos para poder dar con el paradero de los responsables.

Además se han ofrecido 11 mil dólares de recompensa para las personas que ayuden a esclarecer este caso.


ANTECEDENTE: otro caso similar

El pasado mes de julio, un joven hondureño murió en su domicilio ubicado en Nashville, Estados Unidos.

Se trata de Maximiliano Estévez, de 25 años de edad. Quien era originario de la localidad de San Pedro, Copán, occidente del país.

Según testigos que se disponían hacia su lugar de trabajo, al salir de la casa encontraron a Estévez en el suelo y sin signos vitales. Seguidamente, mencionaron que llamaron a los servicios de emergencia, quienes se movilizaron de inmediato hasta el sitio, pero ya no pudieron hacer nada por él.

Se informó que un paro cardíaco fue la causa por la que perdió la vida el muchacho originario de Honduras. En tanto, familiares y amigos se encuentran devastados por la terrible noticia desde el país del norte.

Se supo que el joven llegó en 2015 a Estados Unidos con la esperanza de tener un mejor futuro. Amigos mencionan que lo recordarán como una persona muy amigable, trabajadora y a quien será difícil olvidar. También se dio a conocer que dejó su pareja sentimental y dos hijas en nuestro país. 

Su cuerpo fue repatriado a su tierra natal. Allí es donde sus familiares y amigos lo esperaron para despedirlo.