La agencia federal empezó a investigar las prácticas de privacidad de Facebook en marzo de 2018, a raíz del escándalo de Cambridge Analytica, La consultora británica recopiló datos de 87 millones de usuarios de la plataforma sin su consentimiento y con fines políticos: pretendiendo elaborar perfiles psicológicos de votantes. Esta información se vendió supuestamente a la campaña 2016 del ahora presidente, Donald Trump.
A partir de ahí, empezaron a aparecer otras voces que criticaban a Facebook porque según, proporcionaron a terceros datos de sus usuarios sin consentimiento previo. Esto supondría una violación del acuerdo sobre privacidad que la red social alcanzó en 2011 con la agencia gubernamental.
La Comisión exige a Facebook, crear un programa de privacidad integral y conseguir el «consentimiento expreso» de los usuarios antes de compartir sus datos.
Además, de acuerdo a The Washington Post, Facebook también deberá informar al organismo en el futuro de cada decisión que tome respecto a los datos de los usuarios antes de ofrecer nuevos productos y tendrá que incrementar la vigilancia sobre aplicaciones de terceros.
Por otro lado, los máximos ejecutivos de la compañía de Menlo Park (California), incluyendo al cofundador y consejero delegado, Mark Zuckerberg, deberán admitir públicamente que han fallado a la hora de proteger la privacidad de los usuarios.
Según The Wall Street Journal, tras la votación, el asunto ha sido trasladado a la división civil del Departamento de Justicia, que revisará el procedimiento y tomará una decisión final, aunque no es habitual que el Gobierno modifique las sanciones que acuerda la Comisión Federal de Comercio.
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