Tegucigalpa, Honduras. Miembros de la comunidad LGTBI detuvieron a un hombre por supuestamente haber atropellado a un asistente de la Marcha del Orgullo celebrada ayer sábado en Tegucigalpa, y quien habría ido conduciendo su vehículo en estado de ebriedad.
El medio «Reporta Sin Miedo» compartió en Twitter las imágenes en las que se ve al individuo, sin embargo, asegurando su inocencia. Esto mientras los participantes del movimiento piden que se le haga la prueba del alcoholímetro.
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Según la información preliminar, la calle estaba cerrada debido a la marcha. Cuando de repente el hombre decidió ignorar la señalización e ingresó por la vía, atropellando a una mujer «trans».
Debido a esto, los miembros del colectivo LGTBI llamaron a las autoridades de seguridad. Por su parte, defensores de derechos humanos señalan que el conductor detenido la atropelló de forma intencional.
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Participantes de la Marcha del Orgullo solicitaron a las autoridades investigar a profundidad el caso. Sin embargo, hasta el momento se desconoce el estado de salud de la afectada.
Marcha
Ayer sábado, miembros de la comunidad LGTBI+ realizaron una marcha para exigir el respeto a sus derechos, ésta se llevó a cabo en el bulevar Suyapa, de la capital.
La marcha se realizó en conmemoración al Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, que se celebra el 28 de junio a nivel mundial.
Carrozas, música y baile acompañan la caminata de los miembros de la comunidad LGTB+, quienes exigen el respeto a sus derechos.
Los participantes de la marcha explicaron a los medios locales que celebran el día del orgullo un mes después debido al golpe de Estado de 2009. Asimismo, expusieron sus exigencias a las autoridades.
«Queremos que se respeten nuestros derechos y exigimos igualdad en salud, empleo y en un trato digno», declaró una de las personas LGTB+.
Otra de las principales consignas de la marcha es el establecimiento de una Ley de Género que les permita el cambio de identidad a las personas pertenecientes a la comunidad.
Además, exigen que la sociedad los acepte tal y como son, ya que «todos somos iguales ante Dios», declararon.
