AFP.- El presidente de Argentina, el ultraliberal Javier Milei, ordenó el miércoles la desregulación de la economía mediante un decreto con el cual modifica o deroga más de 300 normas, entre estas la ley de alquiler y el régimen laboral, lo que desató una protesta espontánea frente al Congreso.
«Estas reformas, de las cuales solo he mencionado 30 de las más de 300 incluidas, son algunas de las que están contempladas en el decreto», anunció Milei en una alocución transmitida por cadena de radio y televisión.
«El objetivo es comenzar el camino de reconstrucción del país, devolverle la libertad y autonomía a los individuos y empezar a desarmar la enorme cantidad de regulaciones que han detenido, entorpecido e impedido el crecimiento económico en nuestro país», añadió rodeado de su gabinete de ministros.
Las derogaciones incluyen la normativa que impide la privatización de las empresas del Estado, como por ejemplo la petrolera YPF o Aerolíneas Argentinas.
También se reformará el sistema de atención en medicina privada.
Entre las tantas medidas, se contempla la modificación de la ley de sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas, y se desregulan los servicios de internet satelital para permitir el ingreso de empresas como Starlink, de Elon Musk.
«Durante los últimos cien años los políticos se han ocupado de expandir el poder del Estado en detrimento de los argentinos de bien. Nuestro país, que en los años 1920 era la primera potencia mundial, a lo largo de los últimos cien años se ha enfrascado en una serie de crisis que tienen todas el mismo origen: el déficit fiscal», justificó el mandatario en su discurso.
Cacerolazos
Argentina se encuentra en una grave crisis económica, con una inflación interanual de más de 160% y una tasa de pobreza que supera 40%.
Milei, que asumió la presidencia el pasado 10 de diciembre, ya había presentado un amplio plan de austeridad la semana pasada, que incluye la eliminación de subsidios al transporte y a las tarifas de los servicios públicos y paraliza la construcción de obras de infraestructura financiada por el Estado.
El objetivo es recortar el gasto público en el equivalente a 5% del Producto Interno Bruto.
También se devaluó en más de 50% la moneda.
En diversos barrios de Buenos Aires los anuncios de este miércoles fueron recibidos con cacerolazos de protesta.
Con el paso de las horas, miles de personas se volcaron de manera espontánea a las calles cerca del Congreso para expresar su rechazo.
«Estoy acá porque estoy aterrado por el decreto. He venido para poner un freno, para que la calle marque el pulso», dijo a la AFP Nicolás Waiselbaum, un docente de 48 años.
Leopoldo Maldonado, un estudiante de 25 años, opinó que «las medidas son muy negativas».
«Me preocupa sobre todo lo de la ley alquileres y la reforma laboral. Es muy complicado ya para los jóvenes conseguir un trabajo estable, y si esto sucede a diez días» de asumir, se lamentó.
Más temprano en la tarde, antes de la alocución presidencial, movimientos sociales de izquierda realizaron su primera manifestación en contra del gobierno, bajo un enorme despliegue de las fuerzas de seguridad.
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Por decreto
«Este mensaje no sorprende porque no es nada que no haya dicho Milei que iba a hacer durante la campaña. Pero sí sorprende que la medida sea tomada de esta manera, con un decreto de necesidad de urgencia», comentó a la AFP la politóloga Lara Goyburu.
«Creo que la esperanza de muchos de sus votantes era que las instituciones argentinas frenaran estas cosas. Y hoy quizás se estén encontrando con que todo aquello que se prometió sí se va a hacer», añadió.
El decreto se publicó a la medianoche en el Boletín Oficial, con lo cual se hizo efectivo. Sin embargo, debe llevarse al Congreso para su análisis en una comisión bicameral en un plazo de 10 días.
Solamente quedaría invalidado si se rechaza por la Cámara de Diputados y también por el Senado, explicó a la AFP el abogado constitucionalista Emiliano Vitaliani.
El partido de extrema derecha de Milei, La Libertad Avanza, cuenta apenas con 40 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y apenas siete de los 72 asientos del Senado.
La coalición de centro-derecha Juntos por el Cambio, parcialmente aliada de Milei, tiene 81 diputados y 24 senadores.
Hay además 26 diputados y ocho senadores disidentes del peronismo o pertenecientes a partidos provinciales.
El peronismo, en la oposición, es la primera minoría en ambas cámaras, con 105 diputados y 33 senadores. La izquierda cuenta con cinco diputados.
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