Marvin: Violencia y consejos, un cóctel con mal sabor

--- Un repaso por las teorías de la Asociación Americana de Sicología nos ayuda a entender lo que pudo haber ocurrido con el político hondureño al armar un zafarrancho en un debate televisivo

0
2524
Las peleas del asesor presidencial, Marvin Ponce.

Tegucigalpa.- Llevaba en su historial agresivo unos ocho episodios públicos en los que su ira se transformaba en golpes contra quienes entraban en desacuerdo con él.

Para los hondureños ya casi era cotidiano ver al político del Partido Unificación Democrática (UD), Marvin Ponce Sauceda dándoles a sus adversarios patadas, empujones e insultos.

Se le vio estrellando sus extremidades contra Fernando Anduray y Jimmy Dacaret en tiempos del golpe de Estado y se supo de un altercado en un centro comercial contra una mujer que lo increpó cuando era vicepresidente del Congreso y apoyaba algunas maniobras del Partido Nacional.

También trascendieron sus peleas con el presidenciable del Partido Anticorrupción (PAC), Salvador Nasralla, en un conocido Mall de la capital hondureña, y con el periodista David Romero, por críticas vertidas a través de Radio Globo.

Sus encontronazos no pasaban de provocar ciertos reproches de la opinión pública y las fotos que después difundía con camisas desgarradas y enseñando su protuberante ombligo causaban, incluso, risa.

Pero lo que vimos el martes pasado en televisión nacional, desbordaba lo tolerancia de la población, que si bien esperaba este tipo de conductas suyas, no lo veía en las mismas, menos siendo ahora el asesor del Presidente de la República.

Ponce Sauceda, un hombre de cuna humilde que resulta familiar a la vida pública hondureña por su trayectoria en los movimientos sociales y la política nacional, se robó el show lanzándole agua en la cara y estrellándole un vaso de vidrio en el pecho al líder del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Nelson Avila.

Describir aquella sorprendente escena en el Foro Canal 10 que dirige el periodista Armando Villanueva está demás porque no hubo quién no las viera repetir en todos los canales de televisión y en las redes sociales, donde el altercado se viralizó en cuestión de minutos y horas.

Además: Vía documento Marvin se disculpa públicamente con Nelson Ávila

Tampoco merece mayor espacio hablar en qué paro el asunto porque ya supimos que jueves Marvin Ponce se disculpó con Nelson Avila, quien aceptó su arrepentimiento en una audiencia de conciliación.

Lo que si vale la pena es analizar qué está pasando en la vida de Marvin Ponce, por qué su conducta es agresiva y cómo es que una vida de superación política y económica y su nombramiento como asesor de un Presidente de la República puede acabar en el basurero.

EL ENOJO, O LO CONTROLAMOS O NOS CONTROLA

Según la Asociación de Psicología de los Estados Unidos, el enojo es una emoción humana totalmente normal y por lo general, saludable y es una respuesta natural que se adapta a las amenazas, e inspira sentimientos intensos, con frecuencia agresivos, y conductas que nos permiten luchar y defendernos cuando nos sentimos atacados, por lo tanto, para sobrevivir es necesario un determinado grado de enojo.

Esta organización explica que la forma natural e instintiva de expresar el enojo es responder de manera agresiva, pero explica que no podemos atacar físicamente a cada persona u objeto que nos irrita o molesta, pues las leyes, las normas sociales y el sentido común imponen límites respecto de cuán lejos podemos permitir que nos lleve nuestro enojo.

Las personas utilizan una diversidad de procesos conscientes e inconscientes para lidiar con sus sentimientos de enojo. Las tres reacciones principales son expresar, reprimir y calmarse, añade.

Expresar sus sentimientos de enojo con firmeza, pero sin agresividad es la manera más sana de expresar el enojo. Para hacerlo, debe aprender cómo dejar en claro cuáles son sus necesidades y cómo realizarlas sin lastimar a otros. Ser firme no significa ser prepotente ni exigente; significa respetarse a sí mismo y a los demás, explican los sicólogos de la Asociación

.Otra manera de abordar esta reacción consiste en reprimir el enojo y después convertirlo o redirigirlo. Esto sucede cuando usted contiene su enojo, deja de pensar en ello y en cambio se concentra en hacer algo positivo. El objetivo es inhibir o reprimir su enojo y convertirlo en una conducta mucho más constructiva, agregan.

El peligro en este tipo de respuesta es que no le permite exteriorizar su enojo, pudiendo quedarse en su fuero interno. El enojo que queda en su fuero interno puede causar hipertensión, presión arterial elevada o depresión, precisa

.La Asociación Americana de Sicología detalla que el enojo no expresado puede generar otros problemas. Puede conducir a expresiones de ira patológica como por ejemplo, conducta pasiva-agresiva (desquitarse con las personas indirectamente, sin decirles el motivo, en lugar de hacerlo de frente) o una actitud cínica y hostil duradera.

Pero el enojo puede calmarse interiormente. Esto significa no sólo controlar su conducta externa sino también controlar sus respuestas internas, siguiendo los pasos para reducir su ritmo cardíaco, calmarse y dejar que los sentimientos pasen, agregan las teorías de la Asociación.

Así, con el apoyo de estos consejos y la búsqueda de ayuda, nadie puede pasar por el bochorno público y sobre todo por la amargura que puede producir en la vida un arranque desmedido como el que el martes vimos, una vez más, en Marvin Ponce, ahora ex asesor presidencial.