Redacción.– La Fiscalía de Estados Unidos presentó ante la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York un documento que contiene la declaración anticipada de cuatro testigos del proceso criminal del expresidente Juan Orlando Hernández, el exjefe de la Policía Nacional Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, y el exoficial Mauricio Hernández Pineda.
En el escrito, la Fiscalía resume partes del testimonio anticipado de los cuatro testigos, quienes por oficio de los fiscales depondrán sobre temas adicionales y llamarán a otros declarantes aún desconocidos.
Primer testigo
De acuerdo con la información, el primer testigo es identificado por los fiscales como CW-1; su nombre es Mario Guillermo Mejía Vargas, exoficial de la Policía.
Mejía Vargas se entregó voluntariamente a la justicia de Estados Unidos en 2016, declarándose culpable de los cargos imputados en su contra. Sin embargo, logró un acuerdo con las autoridades para colaborar.
Las investigaciones arrojan que Mejía Vargas trabajó muy de cerca con el agente Mauricio Hernández Pineda para proteger los envíos de cocaína de Juan Antonio «Tony» Hernández y el capo mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán. Asimismo, que recibió sobornos por parte de Hernández.
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Segundo testigo
El segundo testigo identificado en el proceso como CW-2, es Alexander «Chande» Ardón, exalcalde de El Paraíso, Copán (2006-2014), involucrado en una «mega conspiración» de tráfico de drogas.
«Chande» se entregó de manera voluntaria a Estados Unidos y comenzó a cooperar con los fiscales de manera inmediata. Entre lo que confesó a las autoridades, destacan los cobros de sobornos por parte de políticos y exdiputados.
Las investigaciones señalan que el exalcalde entregó una fuerte suma de dinero a tres diputados del Congreso Nacional (CN). Esto, con el fin de asegurar la elección de Juan Orlando Hernández como presidente del Poder Legislativo.
Tras el soborno, Hernández llamó a Ardón para agradecerle y ofrecerle su apoyo «en cualquier favor que pudiera necesitar, como una referencia a la protección de cocaína de la Policía».
Al resultar electo como presidente del Congreso Nacional, JOH llamó nuevamente a Ardón. Esta vez, para garantizar el apoyo de la Policía y militares en el resguardo de los cargamentos de cocaína.
“Con el respaldo de Juan Orlando, CW-2 (Chande Ardón) se volvió más audaz en su narcotráfico. Entre 2010 y 2012, Ardón y Tony Hernández distribuían dos o tres cargamentos al mes, utilizando helicópteros, barcos, aviones y camiones, para transportar la droga”, dice la Fiscalía. Muchos de esos envíos eran para ‘El Chapo’ Gúzman.
Tercer testigo
El tercer testigo es Víctor Hugo Díaz Morales (CW-3), extraditado a Estados Unidos desde Guatemala.
La Fiscalía espera que Díaz Morales, alias «El Rojo», declare sobre sus actos de narcotráfico y el papel de cada uno de los acusados.
El escrito cita que «Díaz Morales testificará que Tony Hernández explicó que él y Juan Orlando tenían influencia sobre la Policía al más alto nivel para proteger el narcotráfico, que fue una referencia específicamente a la asistencia que tanto Bonilla Valladares como Hernández le brindaron a él y a Juan Orlando”.
Cuarto testigo
El cuarto testigo es Devis Leonel Rivera Maradiaga (CW-4), cabecilla del cartel de «Los Cachiros».
“El gobierno espera que CW4 (El Cachiro) testifique sobre sus interacciones corruptas con ambos, Bonilla Valladares y Juan Orlando. En 2003, Devis Leonel se reunió con Bonilla Valladares para buscar ayuda para localizar y matar a un traficante rival”, dicen las autoridades estadounidenses.
Del mismo modo, la Fiscalía espera que declare sobre la participación de Juan Orlando Hernández en las actividades del narcotráfico.
Asimismo, el ente acusatorio afirma que Rivera Maradiaga pagó sobornos a poderosos políticos y empresarios hondureños, incluido Juan Orlando. Esto, a cambio de protección y asistencia para sus actividades del narcotráfico y de lavado de dinero.