REDACCIÓN. La noticia sobre la detención de un individuo que lanzó un «picante» piropo a una policía ha causado revuelo en las redes sociales.
Un hombre quedó asombrado de las «curvas» de una hermosa uniformada y pronunció la frase «que ricas esas nalgas», lo cual le costó una detención por el delito de actos de lujuria.
Las personas repudiaron el acto del sujeto; lo consideraron vulgar y grosero.
Pero no todos los piropos a policías terminan con años de cárcel: ese es el caso de Viviana Martínez, quien dejó boquiabierto a más de alguno y a diario recibía mensajes de sus seguidores que la admiraban por su belleza.
Rápidamente se volvió un personaje viral entre los hondureños, tanto así que se ganó el apodo de la «policía barbie» y uno de sus jefes la trasladó desde Tocoa, Colón, al Distrito Central, donde también acaparó las miradas de los capitalinos.
Filtración del audio que acabó con su fama
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro y hasta la más hermosa rosa tiene espinas en su tallo. Para ese entonces, todo lo que hacía o decía la bella policía era motivo de admiración.
La oficial Martínez había salido en la portada de la mayoría de los diarios a nivel nacional. En sus fotos se le veía posando como toda una modelo, hasta que un diario publicó una que no fue de su agrado.
Eso llevó a la uniformada a enviar un audio en WhatsApp en la que mostraba si disgusto por esa publicación y cuando la cuestionó lo hizo empleado un lenguaje soez.
La corta grabación, que dura solamente 23 segundos, se filtró en las redes sociales y se convirtió en un golpe a la imagen de la joven policía.
El el audio expresó: «Me hicieron un pi… de tomas y no pudieron publicar esa, no que publican esa que pu.. mano, ni me había puesto bien el fusil yo. ¡Hay pero me vale ver… ni que hubiera estado en el polígono. Igual salí en la portada de…, estoy en el alto mando asignada con el director de la preventiva y no me creo nada».
