REDACCIÓN. La última novedad en cuanto a la robótica haría parecer como que nos adentramos en una película de ciencia ficción.
Una piel artificial, diseñada para robots, ha sido fabricada por un grupo de investigadores. La invención permitiría que las máquinas con Inteligencia Artificial (IA) llegaran a tener una sensación de tacto, tal como los seres vivos.
De manera específica, la intención de los creadores de esta sofisticada y única tecnología es permitir que los robots sean capaces de sentir las temperaturas. Eso será precisamente útil al momento de evitar sobrecalentamientos, que son frecuentes en algunos dispositivos y más, cuando se usan por bastante tiempo.
De igual forma, y lo que hace a la creación más increíble, es que la piel podrá sentir la presencia de seres humanos a su alrededor.
En virtud de lo anterior, la ciencia podría utilizar esos conocimientos para evitar -o al menos reducir- los accidentes provocados por las máquinas a la humanidad.
Incluso, esa piel podrá ser adaptada a instrumentos que ya solemos usar en las oficinas y hogares, como como teclados y computadoras. Es más, el tejido, en las pruebas, también se incorporó a teléfonos móviles, por lo que podrías llevarlo a donde sea.
Asimismo, otro de los ideales de los expertos de este desarrollo es hacer que la presencia de las máquinas sea algo más «humano» y se convierta cada vez más como una «parte de nosotros».
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Interacción
John Yiannis Aloimonos, un profesor de Ciencias de la Computación en la Universidad de Maryland, Estados Unidos, se refirió a la nueva piel artificial.
«Permite que los robots perciban su entorno con mucho más detalle y sensibilidad. No sólo les ayuda a moverse con seguridad, sino también los hace más seguros cuando están cerca de personas. Les da la capacidad de anticipar y evitar percances», detalló.
«Gracias a la retroalimentación táctil, se podría dar una mayor información para que ajusten todas sus acciones al recibir información continua de lo que tocan, o lo que yace a su alrededor», añadió.
Sin embargo, como mucha tecnología que recién se produce, es un invento bastante caro. Debido a ese «detallito», los investigadores han decidido que la piel sólo se colocará en ciertas partes de los robots o aparatos y no en su totalidad.
