Redacción. La defensora de mujeres, Honorina Rodríguez, solicitó al Ministerio Público (MP) llamar a la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, debido a su más reciente acusación sobre la masacre en una cárcel femenina en Honduras.
La funcionaria indicó que tras la muerte de 46 reclusas en la Penitenciaría de Mujeres (PNFAS) hallaron casquillos de armas de la Policía Nacional.
La defensora de los derechos de las mujeres, Honorina Rodríguez, manifestó que Villanueva debe presentar las pruebas, porque la denuncia es grave.
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«Si lo dice es porque tiene evidencia, pensamos que ella ha sido una persona muy seria. Entonces, dice que son calibres de la policía los que fueron utilizados en esa masacre. Pero, es curioso también porque por el otro lado, CONADEH y Derechos Humanos dicen que no les dejaron hacer totalmente su trabajo», detalló.
Del mismo modo, Rodríguez explicó que es terrible saber que estas acciones estaban teniendo lugar desde el Estado.
«Lógicamente, quien no sospecha ante estas situaciones. Es difícil para la viceministra (Villanueva), puesto que en realidad a ella no le han dejado tomar decisiones, pero, es terrible saber que desde el Estado», señaló.
Denuncias ante el MP
La defensora de los derechos de la mujeres afirmó que han habido denuncias sobre situaciones similares.
«Hay antecedentes. Las autoridades deben recurrir, por supuesto, de oficio a llamarla, para que se pueda tener pruebas… porque yo me imaginaría que si se trata de eso, miren lo que le costó a la comisionada María Borjas», explicó.
Caso
La subsecretaria de Seguridad, Julissa Villanueva, denunció en televisión abierta que la masacre que dejó 46 mujeres fallecidas en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) se encontraron municiones disparadas de armas pertenecientes a la Policía Nacional.
El incidente provocó la muerte de 23 féminas acribilladas con arma de fuego y arma blanca, mientras otras 23 murieron incineradas dentro del recinto penitenciario.
En ese sentido, en el foro Frente a Frente, Villanueva afirmó que el 96% de las municiones percutidas en ese fatídico día estaban asignadas a la Policía Nacional. Los casquillos llevaban la marca «IMI-PN» (Industria Militar Israelí – Policía Nacional), de acuerdo con las pruebas que presentó.
