Curiosa.- Los fabricantes de coches surcoreanos Hyundai Motor y Kia anunciaron que retirarán del mercado estadounidense más de 91.000 vehículos nuevos de ambas marcas debido a riesgos de incendio.
Se someterán a revisiones los modelos Hyundai Palisade, Tucson, Sonata, Elantra y Kona, así como Kia Seltos, Soul y Sportage.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de EE.UU. está al tanto del problema y recomienda a los propietarios de los vehículos ya adquiridos que los estacionen afuera y lejos de las viviendas, a la espera de la reparación.
Según recoge USA Today, el defecto fue descubierto en la bomba de combustible, que «puede contener componentes eléctricos dañados». Debido a que podrían provocar que esta «se sobrecaliente».
Las dos compañías han prometido enviar cartas de notificación a los propietarios de los vehículos hasta fines de septiembre. Para informarles sobre los lugares y horarios de inspección, y los reemplazos gratuitos, cuando sean necesarios.
Riesgo de incendio y daños
Hyundai y Kia emitieron llamadas a revisión después de que ambas empresas recibieran informes de que un controlador electrónico para un conjunto de bombas de aceite -el sistema «Idle Stop & Go». Mismas que podría contener componentes dañados y provocar el sobrecalentamiento de la bomba.
Kia dijo que ha recibido seis informes de componentes fundidos por sobrecalentamiento, mientras que Hyundai confirmó cuatro «incidentes térmicos». Aunque ninguna de las dos empresas tenía constancia de lesiones causadas por este problema.
Además del riesgo de incendio, el daño térmico podría desencadenar un cortocircuito que afectaría a otros controladores de a bordo del vehículo, de acuerdo con Hyundai.
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Los sospechosos de poseer vehículos afectados recibirán una notificación a partir del 25 de septiembre.
No es el primer retiro del año de Hyundai y Kia
Hyundai y Kia retiraron más de 570 mil vehículos en marzo, después de que ambas empresas recibieran informes sobre módulos defectuosos del arnés del enganche de remolque, que podían incendiarse tras un cortocircuito eléctrico.
En mayo, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera también solicitó la retirada de casi 4 millones de vehículos Kia.
Después de que los reguladores indicaran que un inflador de airbag equipado con estos vehículos podía explotar al desplegarse. Provocando el lanzamiento de metralla metálica al interior del vehículo.